Siempre me ha interesado la psicología, así en general, y durante ya muchos años me he ido centrando en la vertiente terapéutica. He leído a grandes autores y a otros no tanto y sigo en ello, por suerte no se acaban nunca. He participado en las terapias y cursos más diversos y al final me decidí por la Terapia Gestalt* por considerarla la más completa y beneficiosa para las personas. Sin por ello desmerecer a algunas otras que también me han ayudado.
Tienen mi consideración y respeto todas aquellas terapias con una buena base tanto teórica como práctica, que de alguna u otra forma logran una mejor calidad de vida de las personas. Independientemente de que a nivel personal las considere más o menos adecuadas o efectivas.
Con el tiempo he ido descubriendo diversas teorías y formas de trabajar en terapia, algunas de ellas realmente interesantes. Por otro lado procuro estar al día de los descubrimientos en genética-epigenética y neurociencia que van avalando reiteradamente los principios plasmados en el PHG*.
Seducido por la “Teoría del Self”* he ido asistiendo y participando en talleres y seminarios impartidos por psicólogos y psiquiatras de todo el mundo que trabajan también desde la teoría y metodología de la Terapia Gestalt. Y sigo formándome, lo que considero parte de mi continuo proceso de crecimiento como persona y como psicoterapeuta.
Me ilusiona sentirme cada vez más interesado e involucrado en todo ello. Y quiero expresar aquí mi agradecimiento a aquellos que, de una u otra forma, han contribuido o están contribuyendo a que esto sea así.
Paciente y terapeuta constituimos una alianza y formamos un equipo con el objetivo de trabajar juntos para facilitar cambios en aquellos aspectos desadaptativos que te producen malestar o incluso sufrimiento y que pueden ir acompañados de la más diversa sintomatologia. Todo con el objetivo de conseguir una vida más equilibrada y plena.
Quizás la palabra “paciente” no es la más adecuada para definir a quién viene a terapia. Para empezar esta persona reconoce de alguna forma que tiene un problema y se decide a buscar ayuda, en este sentido ya es una persona activa que se encamina hacia la solución de sus problemas.
Trabajo con personas que pueden estar atravesando situaciones que suelen resultar complicadas: dificultades con la pareja, problemas en su relación con los hijos, duelo por defunción de una persona cercana, procesos de enfermedad que requieren apoyo psicológico, aprietos con las relaciones personales, complicaciones derivadas de problemas no resueltos, etc. Situaciones todas ellas que pueden derivar en depresión, ansiedad, estrés, ataques de pánico, miedos, obsesiones...
Una vez expuesto y definido el problema entre ambos (paciente y terapeuta) decidiremos las metas hacia donde dirigir la terapia. Durante el proceso terapéutico el paciente contribuye con su experiencia y lo que sabe de sí mismo y de su vida, y yo lo hago como profesional con mis conocimientos tanto teóricos como prácticos (mi experiencia como psicólogo de la salud y como terapeuta Gestalt) y también como persona sensible ante el sufrimiento del otro. Entre ambos y a través de nuestra relación terapéutica abordaremos las dificultades que vayan surgiendo en pro de la consecución de una mejor calidad de vida.
Más que un asesoramiento propiamente dicho se trata de abordar de forma conjunta los problemas más diversos que te pueden surgir en la vida. Temas como la toma de una decisión importante, problemas en las relaciones laborales, dificultades relacionadas con la sexualidad, la pareja, los hijos, las adicciones, etc. que de por sí no constituyen ningún tipo de patología.
De forma general, y teniendo en cuenta que cada persona presenta características personales distintas, puedo decir que lejos de aconsejarte lo que tienes que hacer te ayudo a reconocer tus fortalezas y, si pensamos que hace falta, a desarrollar otras nuevas con las que afrontar tu demanda.
Vemos cómo te sientes con el problema concreto y cómo este afecta a los diferentes ámbitos de tu vida. Facilito de distintas maneras que puedas descubrir por ti mismo diversas opciones realistas encaminadas a la resolución del problema concreto. Después tratamos de prever en la medida de lo posible las consecuencias de la puesta en práctica de las distintas acciones con la responsabilidad consecuente que esto conlleva, para finalmente y antes de que decidas llevar a la práctica tus propias decisiones reflexionemos sobre cómo crees que cambiarán las cosas y cómo piensas que te sentirás con el resultado. Debido a la enorme variabilidad de las distintas situaciones este resultado no siempre es el ideal por lo que muchas veces es necesario efectuar algunos ajustes y cambios.
Se trata de tu vida por lo que en todo caso siempre eres tu el que decide cuándo y qué hacer en cada momento. Mi papel es acompañarte en el proceso apoyándote para que puedas enfocar el problema desde distintos puntos de vista y tomes las decisiones que te parezcan más adecuadas.
Entre todos creamos un contexto seguro donde las personas podamos atrevernos a expresar nuestras emociones y pensamientos libremente delante de los demás, todo en un ambiente libre de juicios y con respeto hacia nosotros mismos y hacia los otros. De esta forma somos capaces de experimentar cómo afectamos a las otras personas y cómo somos afectados por ellas, aprendiendo no solo de nuestro trabajo sino también del de nuestros compañeros de grupo.
Mi trabajo consiste principalmente en facilitar el contexto en el que los componentes del grupo os podáis sentir lo suficientemente seguros como para arriesgaros a expresar aquello que deseéis. En el grupo nadie está empujado a decir o realizar nada que no quiera, cada persona necesita su tiempo que es distinto a los de cualquier otra. Al igual que la terapia individual, la terapia de grupo ayuda a recuperar y/o mantener el equilibrio emocional. A través de nuestras propias experiencias y las de los otros miembros del grupo podemos encontrar diferentes formas de resolver nuestros conflictos.
El trabajo de grupo va encaminado a lo que se ha dado en llamar maduración de la persona o crecimiento personal.
En este artículo refiero aquello que me ha llevado a formarme una opinión sobre la desconsideración de Fritz Perls,...
Los que creemos con Perls y Goodman, que un organismo no se puede comprender fuera de su contexto.