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Terapia Gestalt y crisis de pareja

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Terapia Gestalt y crisis de pareja

¿Por qué hay más separaciones en verano?

17 Septiembre 2014
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http://www.gestalt-terapia.es/2014/07/31/por-que-hay-mas-separaciones-en-verano

¿Un viaje puede evitar un divorcio?

En el ámbito de la psicoterapia abundan una serie de mitos que en nada ayudan a lo que debería ser el trabajo personal del pacientes que acude a un psicoterapeuta y, en general, de quienes en un momento determinado de sus vidas les preocupa un problema que interfiere en la estabilidad de las mismas. Uno de estos mitos es la tendencia exagerada a utilizar el mantra “hay que ser positivos”, como consejo-panacea universal que, sin rigor profesional, y abusivamente, utilizan quienes tienden a espiritualizar los problemas y preocupaciones sin contemplar la realidad. Otro de los mitos es aventurar que “el nacimiento hijo ayuda a resolver los problemas de pareja”, craso error desde la perspectiva de una psicoterapia seria. El tercer mito, precisamente del que trata este artículo, es la creencia de que “una pareja puede resolver la crisis de relación que atraviesa haciendo un viaje de placer”.

Crisis de pareja y vacaciones

Mi experiencia profesional echa por tierra este último mito –mas bien una fantasía– según suelo comprobar en algunos pacientes después de las vacaciones de verano, una época del año que suele abocar en frecuentes separaciones y divorcios otoñales. Esto es debido a que ciertas parejas en crisis pretenden resolverla en vacaciones, forzando su convivencia sin haber planteado previa y adecuadamente sus problemas en común, y aun menos los individuales que cada uno aporta a la relación. Es por ello que, al estar juntos más horas al día, sin los lapsus de respiro que brindan las actividades de la vida cotidiana, quedan más en evidencia las discrepancias y se acelera el riesgo de ruptura. Cuando un pareja en crisis se plantea realizar un viaje mágico para salvar su relación, se suelen crear expectativas que someten a un sobreesfuerzo a ese gigante con pies de barro que es una relación que se tambalea y, como resultado, sólo consiguen darse de bruces con la realidad. Se trata pues de esfuerzos estériles, algo así como intentar rehabilitar un edificio con los cimientos defectuosos y pretender, además, que sea habitable.

Terapia Gestalt y crisis de pareja

Desde el marco teórico de la Terapia Gestalt –que es la vertiente psicoterapéutica que desempeño–, la primera premisa que debería tenerse en cuenta antes de lanzarse a un viaje de este tipo, es que sólo hay un modo de resolver un conflicto de pareja (sobre todo si éste está enquistado), y es dialogar, aprender a comunicarse de una manera efectiva y afectiva, y a resolver juntos las dificultades que les afectan en común además de las individuales que cada cual aporta. Una buena comunicación es uno de los factores más importante en la pareja, ya que posibilita que el uno sepa realmente lo que el otro siente y demanda. Es un error frecuente imaginar lo que el otro quiere sin recurrir a una herramienta tan útil como es la comunicación a través del diálogo y una exposición clara y sincera de quejas y demandas. Un dialogo eficaz pone de manifiesto las discrepancias y las necesidades que su pareja no consigue satisfacer. Sin diálogo es imposible diseñar estrategias, planificar objetivos, programar soluciones y construir nuevas rutas que conduzcan a la meta que ambos consensúen; en suma, llegar a un acuerdo basado en la realidad de su situación y no en especulaciones y suposiciones.

Pese a todo, una vez han quedado matizadas estas premisas, quiero dejar constancia de que hacer un viaje juntos, puede ser a veces una buena decisión, pero sólo en determinados casos y siempre que ésta se tome tras una comunicación y un diálogo basado en la realidad y no en deseos y fantasías. Del mismo modo, hay otros casos en los que un viaje es más contraproducente que productivo, y un distanciamiento temporal es lo más conveniente hasta que ambos se encuentren en condiciones de establecer el diálogo y la tan necesaria comunicación que, siempre, deberá ser bidireccional, con una comprensión total por parte del otro, sin suspicacias, suposiciones y sin dudas ni lagunas en las demandas que ambos se planteen entre si. La meta del trabajo entre el psicoterapeuta y la pareja en situaciones de crisis debe ser que ésta –la pareja– se replantee su situación abiertamente, con claridad diáfana, sin reproches y siempre con ansias constructivas, de tal modo que ambos sean conscientes de lo que les sucede y qué puede hacer cada uno de ellos (y cómo) para salvar la relación.

Tal vez sea un oportuno modo concluir este artículo matizando que en la terminología de la Terapia Gestalt se considera a la pareja como una co-creación o también como una co-construcción.

Citando una frase de Margherita Spagnuolo-Lobb:

“Nuestra normalidad no es solamente nuestra habilidad para comprender la necesidad del otro, sino también llevar la relación un paso más allá, a lo que podríamos llamar la satisfacción de nuestras necesidades de una forma única, en una irrepetible CO-CREACIÓN propia de ese encuentro”

 

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