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Tendencia Narcisista

11 Julio 2020
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Quisiera subir al cielo
y mirar como desde ahí,
se ve el mundo abajo sin mí

Mario Recamier

Introducción

La sociedad contemporánea se caracteriza por una tendencia al individualismo y la alienación, parece interesante como ambos conceptos pueden estar unido a pesar de su aparente contradicción, la homologación de las experiencias no se traduce en un proceso de comunión o una ideología de convivencialidad, sino en una tendencia a imponer patrones y actitudes enfocadas en el liderazgo y el logro personal, somos uniformemente individualistas, rechazando cualquier expresión disruptiva que contradiga ese camino.

En este proceso las instituciones están sufrimiento una fuerte desacreditación, además los sistemas comunitarios están tornándose hostiles y caóticos. La respuesta a esta nueva dinámica social, han sido los gobiernos totalitarios y la polarización social. Progresivamente la relación de la persona con su comunidad se va deteriorando, enfocándose su esperanza sobre su propio desempeño y logro personal. En la actualidad la autonomía y la búsqueda del desarrollo individual es la base que conforma el sistema económico y social, esto ha traído como consecuencia una disminución considerable en la tasa de natalidad de los países desarrollos o de los sectores de clase media alta en los países en vías de desarrollo. El crecimiento personal esta por encima de cualquier otra necesidad, ya sea personal, interpersonal, familiar o comunitaria.

La desconexión social y la falta de causas comunes, ha provocado un enaltecimiento del individualismo, de las luchas personales, del caudillismo económico y social. El entorno es un espacio de poca confianza, donde existe una lucha constante por el control del poder, la educación fue dictada por el Fondo monetario internacional y paso la filosofía de industrial a las aulas del mundo, a través de un sistema denominado de competencias. Cada vez estamos mas enfocados en la lucha por sobresalir, que en construir formas de convivir. Nos hemos enfocado tanto en el cuidado de uno mismo y la competencia, que se han perdido cualidades importantes a nivel afectivo. Los vínculos se han vuelto difusos y como estables, la mayoría de las personas evitan el compromiso interpersonal, pero se encuentran ensimismadas.

Vivimos en una sociedad donde la estabilidad se logra a través de la lucha continua en un entorno hostil, donde las competencias nos guían por caminos de violencia y autoritarismo, la polarización y el sometimiento es una constante en un mar de incertidumbres. El narcisismo es producto de ese contexto, incluso podríamos decir que surge de postguerra, y que en la actualidad se torna a un mas caótico creando pautas relacionales mas tendientes hacia la fragmentación y el desdibujamiento del self, las generaciones más jóvenes están más cercanas de las tendencias limite que de pautas narcisista.

Las generaciones anteriores hemos crecido con entornos donde nuestros padres lucharon por la independencia, por romper las estructuras rígidas de las instituciones opresora, en cierta medida buscan quitar los grilletes de los vínculos morales que atormentaban la libertad de su generación. Esta lucha, provoco que nuestros padres, desarrollaran pautas narcisistas porque muchos desde temprana edad abandonaron sus hogares como respuesta creativa ante la constante demanda de ajuste, fueron aprendiendo a rascarse con sus propias uñas, aprendieron a sobrevivir en un entorno hostil. La perspectiva del entorno hostil y la lucha constante por sobrevivir fue un mensaje constante para las personas de mi generación, de padres de familia que se hicieron en la escuela de la vida, que lucharon ante una sociedad adversa y opresora, que tenían ideales de libertad, que querían expresarse libremente, disfrutar la vida sin tener que rendir cuentas a las instituciones que se encargaban de vigilar y castigar. 

Estas personas educaron a hijos con ese paradigma, de libertad e individualidad, aunque también manejan mensajes contradictorios porque fueron educados con principios conservadores, esta contante tensión entre el querer ser y el deber ser, fue una parte fundamental de los conflictos en las dinámicas familiares, a veces no se puedo sostener el discurso con actitudes congruentes. Nuestros padres nos enseñaron a luchar por los ideales de libertad, a repudiar la represión y a luchar constantemente por sobrevivir en un entorno que cada día se vuelve más complicado, el discurso era “La educación es la única herencia que te puedo dejar, esta será tu arma en la vida, porque algún día ya no estaré y quiero que seas alguien en la vida”. Aprendimos a dar prioridad a las expectativas personales, a establecer un límite con los vínculos afectivos y a tener menor intimidad afectiva dentro de nuestras relaciones interpersonales, cabe mencionar que un buen guerrero no puedo involucrarse demasiado a nivel afectivo, porque eso lo hará vulnerable en la batalla.

Además, podemos agregar que en las sociedades latinoamericanas el hetero-patriarcado ha sido la base de las familias, esto también ha incrementado la tendencia narcisista, donde los hombres llevan sobre sus hombros liderazgo de la familia, asumiendo las responsabilidades económicas y de autoridad casi de manera totalitaria, regalando a las mujeres a un segundo plano. Aunque esa situación, ha ido cambiando progresivamente, aun permanece la tendencia de los hombres a sentir que llevan el peso económico de la familia, incluso cuando las esposas no participan en actividades económicas, es un logro de esta consigna machista. Cabe mencionar que esta situación no es exclusiva de hombres, aunque existe una mayor tendencia debido a las condiciones socioculturales.

Las pautas narcisistas están presentes en una generación que tuvimos una moral del hetero-patriarcado, una actitud rebelde de la post-guerra, y una relación novedosa con la tecnología que nos llevo a descubrir un nuevo mundo de posibilidades ligadas al placer de las relaciones virtuales y la fragilidad de los vínculos afectivos. Crecimos en una infancia donde los ídolos eran Diego Armando Maradona y Hugo Sánchez.  Aún recuerdo a mi papá hablándome de las hazañas de Hugo, y toda la dedicación que ponía para superar la discriminación que sufrió cuando llego a España solo por ser mexicano, y como entrenaba más que cualquier otro, que su dedicación hacia diferencia en la cancha, y como cuando alguien quier sobresalir en la vida es necesario ese tipo de dedicación, porque en la vida nadie te regala nada. Agradezco profundamente a mi padre todas esas lecciones, pero también pienso que ese mensaje marco a toda una generación, porque no solo mi padre pensaba de esa manera, sino era una forma de ver la vida, recuerdo a mis maestros o los padres de mis amigos decir las siguientes frases “Quiero que te dediques a lo que quieras, pero quiero que seas el mejor, si decides ser barrendero se el mejor barrendero, siempre intenta ser el mejor en lo que haces”. Estas expresiones no solo fuero significativas para mí, sino a toda una generación.

Las leyendas de la cancha eran personas narcisistas que llevaban sobre sus hombros el peso y las esperanzas de una nación, caudillos que superaron las adversidades para encumbrarse como ídolos. El narcicismo contemporáneo ya no esta enfocado en la liberación, ni en una autonomía hedonista, a trasmutado a una tendencia de desconfianza en el entorno, búsqueda un desarrollo individual que permita alcanzar el statu quo, donde existen relaciones frágiles, incertidumbre constante, que puede derivar en condiciones de un gran sufrimiento existencial.

Considero relevante comenzar a teorizar desde la experiencia generacional y no desde una perspectiva distante, porque las pautas disfuncionales surgen de un momento histórico, y podemos apreciarlas porque hemos formado parte de ellas. La tendencia narcisista modifica el espacio relacional, creando una tensión constante en la frontera-contacto, donde la persona busca mantener el control de la situación, debido a la desconfianza que siente hacia el entorno. Es difícil confiar en un entorno donde prevalece la competencia y la lucha constante, tesis y antítesis en una constante tensión para generar nuevas pautas que guíen la vida. Esta lucha constante, no permite que haya tiempo suficiente para entablar vínculos afectivos, porque son distractores de los procesos de trascendencia personal. La pauta narcisista provoca que la persona tenga problemas para la intimidad afectiva, sintiendo angustia por la confluencia saludable.

Como hemos visto la tendencia narcisista es producto de una compleja dinámica social que invitaba a las personas a enfocarse en si mismas, a tomar el control de su vida y esforzarse para salir adelante sin ayuda de nadie. Esta pauta implica mucho sacrificio personal, aislamiento, melancolía y soledad involuntaria. La dificultad para construir un nosotros es una condición que produce sufrimiento en la persona, es decir, llevar todo el peso de la vida sobre uno mismo, intentando jugar a ser Dios en cada uno de los contextos de su vida. Ahí podemos regresar a recordar las expresiones machistas que marcaron a varias generaciones en América Latina “los hombres no lloran” “lloras como niña”. “no te rajes (haciendo referencia a que no te actúes como mujer)”, etc. Estas frases se quedaron grabadas en muchas personas, creando una pauta de domino contextual y excesiva autonomía.

Esta tendencia no es exclusiva de hombres sino también marco una generación de mujeres que intentaban luchar por ese liderazgo y desarrollo profesional, podemos ubicar ese tipo de condiciones generalmente en puestos gerenciales o de liderazgo político o social. Por lo general, estas personas llegaran a terapia por la soledad, depresión o ataques de pánico. De otra manera, considerarían una perdida de tiempo asistir a terapia, cuando podrían resolverlo por si mismos, entonces el asistir a terapia es por si mismo un ajuste-creativo ante la experiencia de sufrimiento.

En la tendencia narcisista presenta una constante angustia ante la imposibilidad de la perdida de control, por eso, es que utiliza la retroflexión y egotismo como formas de sostener la seguridad emocional sobre si mismo, y no depositar en el entorno la confianza necesaria para abandonarse a la experiencia. La posibilidad de perder su autonomía le provoca una angustia constante, que lo lleva a ausentarse de la frontera-contacto. Aparentemente enfrente cualquier reto, pero emocionalmente se ausenta constantemente incluso en experiencias de intenso placer como a nivel sexual, provocando problemas de orgasmo generalmente.

La pauta relacional esta enfocada a regresar hacia si mismo, en cada una de las situaciones que impliquen entregar el control al entorno, esto puede producir un gran desgaste a nivel somático y afectivo, deteriorando la calidad de vida de las personas que presentan esta pauta de manera rigidizada. Esta pauta relacional se pone de manifiesto en el ámbito sexual, donde la persona presenta un alto nivel de deseo y excitación sexual, sin embargo, teme tanto a la confluencia que no logra el orgasmo, la tendencia a mantener el control provoca una contención de la excitación que le impide su liberación.

Con base en esto, es importante explorar de donde proviene esta tendencia narcisista, según Reich es una pauta intermedia entre el carácter compulsivo y el histérico, creando una combinación de experiencias como la inhibición, la auto restricción y la depresión, mientras la parte histérica se manifestaría nerviosismo, hiperactividad, aprensividad y labilidad emocional. La tendencia narcisista crea una imagen social de seguridad, capacidad, autonomía, dominio, liderazgo, etc. Sin embargo, en la intimidad puede experimentar mucha inseguridad, angustia, inhibición, desensibilización, depresión, temor, etc. Estas experiencias quedan reservadas para los espacios de soledad, porque debe estar listo para crear una pauta que los proteja de los peligros del entorno y de la posibilidad de una confluencia que le robe su autonomía.

 

Etiología

En la experiencia con paciente que presentan tendencia narcisista puedo ubicar generalmente historias de madres ausentes efectivamente y padres con una marcada pauta narcisista que crean cierta complicidad con sus hijos, dentro de una dinámica familiar donde el niño necesitó desarrollar una autonomía desde temprana edad como una forma de regular su carencia afectiva, además de buscar la aprobación o admiración del padre, convirtiéndose en un hijo parentalizado que asumió  responsabilidades que no eran acorde a su edad. Por otra parte, puedo identificar a personas narcisistas que han creado una fuerte confluencia con la madre hasta sentirse asfixiados, donde el niño es tratado como incapaz, desarrollando una distancia significativa con respecto al resto de los hermanos, generalmente estas personas desarrollan una pauta narcisista subrepticia cargada de cuidado hacia los demás o altruismo hacia entorno, como una forma de control, mientras en la primera pauta tiende a ser autoritaria y altanera, en una posición constante de ataque. La coincidencia entre ambas es que se busca mantener el control del entorno y evitar la confluencia saludable, por temor a tener experiencias de sufrimiento o inadecuado como en el pasado, es interesante como en la pauta altruista puede existir una aparente confluencia con el entorno, sin embargo, la persona siempre mantiene su intimidad muy lejos del contexto de las relaciones interpersonales, teniendo relaciones cordiales, pero afectivamente distantes. De acuerdo con Salonia, “es la falta de experiencia compartida con los hermanos lo que determina en el narcisista la sensación de malestar y de estar fuera de lugar, cuando se encuentra en medio de un grupo”.

La persona con tendencia narcisista desarrolla un apego evitativo porque le ayuda a protegerse de las heridas de la primera infancia, logrando evitar padecer una nueva experiencia de sufrimiento parecida a la que tuvieron en el pasado. Llegan a sentir el impulso de mayor cercanía e intimidad, pero la confluencia con los recuerdos pasados los hace ausentarse de la frontera-contacto, o inhibir el proceso de contacto a través de la retroflexión o en ciertos momentos por medio del egotismo. Existen heridas relacionales que afectan la capacidad de intimar, por eso, la persona con tendencia narcisista necesita desarrollar pautas de auto restricción o sacrificio de sus necesidades como una manera de sostener esa autonomía, aunque en el fondo le duela mucho la imposibilidad de contacto, y la soledad vaya minando su esperanza. Es capaz de cualquier cosa por ser siendo legitimado por el entorno como una persona capaz, autónoma y segura.

La persona narcisista puede llegar a ser un proveedor o cuidador de los otros, pero es incapaz de expresar sus necesidades, pedir o recibir ayuda. Esta limitación lo lleva a una soledad constante, donde sufre en silencio, algunos pacientes me comentan como lloraban a solas en el baño de su casa durante las noches. Anhela el encuentro, pero a la vez siente una profunda angustia con la cercanía y la intimidad, las experiencias de vida los han conducido a perder la confianza en los demás, pero principalmente en su capacidad de entablar relaciones saludables que no decanten en abandono o codependencia.

 

Teoría del self y tendencia narcicista

La teoría del campo nos habla de la urdimbre de relaciones intersubjetivas que existe en toda experiencia. Es decir, en esta postura no podemos hablar de seres completamente individuales, tampoco existen experiencia aisladas. En terapia Gestalt el campo es el todo que define temporalmente al organismo, a través de su interacción con el entorno. Las personas no somos definidas por nuestros procesos psíquicos, sino por la forma en que nos experimentamos y configuramos en nuestra relación interdependiente con el entorno. Es decir, existe un proceso de definición basado en la interdependencia entre la interacción organismo/entorno, porque el medio necesita de nuestra presencia para configurarse, y nosotros necesitamos del entorno para ser definidos, esta es una experiencia efímera que nos brinda una configuración temporal.

El self tiene diversas cualidades, entre las que destacan las siguientes: 

  • Conjuga elementos atemporales, brindando un horizonte próximo a la experiencia presente.  
  • Nos brinda un soporte para establecer un contacto espontáneo con el entorno. – Nos permite definirnos a través de nuestras relaciones contextuales.
  • Nos dota de una alta capacidad creativa de adaptación a las situaciones emergentes.
  • Permite la identificación y alienación de aspectos novedosos en el campo.
  • Ayuda a co-crear figuras y fondos en la experiencia de campo. 
  • Concede la visión de múltiples potencialidades a través de la relación con la otredad.

 

Un concepto relevante es “la voz media” propuesta por Paul Goodman, que se refiere al proceso de quiasma que sucede en el self para lograr una definición temporal, a través de la interdependencia organismo/entorno.

En el despliegue del self, podemos diferenciar dos procesos básicos de interacción creativa en el campo. El primero lo denominamos ajuste conservador, sirve para restablecer el equilibrio en la interacción organismo/entorno. Este proceso sucede cuando el organismo busca completar la experiencia al relacionarse con aspectos del entorno que le permitan adaptarse a las necesidades fisiológicas emergentes. Por su parte, el ajuste creativo surge cuando el organismo se encuentra con situaciones novedosas donde los ajustes conversadores no pueden responder ante las demandas del entorno, y se produce una experiencia de co-creación de nuevas formas de contacto organismo/entorno. Estos procesos permiten el restablecimiento del equilibrio a nivel psicológico.

En Terapia Gestalt nos enfocamos en comprender la experiencia en la situación presente. La polaridad básica de la terapia Gestalt es contacto/ retirada, a través de este proceso se despliega el self y sus funciones. El proceso de contacto/retirada es una sucesión progresiva de formación de figuras y fondos. El self es la actividad que sucede en la frontera-contacto dentro del campo organismo/entorno. La actualización del campo depende del grado de conciencia que haya sobre la novedad, así como de la excitación que surja en la frontera-contacto.

El self tiene un funcionamiento integral, es decir, todas las funciones participan en la actividad que sucede en la frontera-contacto. Sin embargo, su protagonismo se alterna de acuerdo con las condiciones y necesidades de la experiencia de campo. El funcionamiento del self tiene como base la alternancia en la dinámica figura-fondo, y en el proceso de contacto en el que se encuentre.

 

Función Ello del self

 

“Ello es el segundo plano dado, que se disuelve en posibilidades, incluyendo las excitaciones orgánicas, las situaciones inacabadas del pasado que se vuelven conscientes, el entorno vagamente percibido y los incipientes sentimientos que conectan al organismo en el entorno” (PHG p. 195).

La función Ello del self consiste en la capacidad del organismo para salir del estado de confluencia en el que se encuentra, para agredir al entorno y establecer contacto. En el inicio del despliegue del self predomina la función Ello, ante situaciones donde se requiere mayor excitación para formar una figura clara. La función ello permite la formación de figuras de contacto que emergen del fondo para responder a las necesidades insatisfechas que producen tensión en la frontera contacto. La función Ello consiste en la capacidad del organismo de establecer contacto con el entorno. La experiencia es de tipo pre-reflexiva, debido a que surge como una respuesta más instintiva de tipo sensorio-motor y fisiológico. La función Ello es el fondo del cual emergen las necesidades, de acuerdo con el nivel de excitación será la claridad con la que se forma la figura. Cabe mencionar que no es exclusiva del organismo, sino que se trata de una función de campo que surge de la interacción organismo/entorno.

 

Función ello del self en la tendencia narcisista

 

Generalmente la persona presenta una desensibilización somática porque se encuentra muy enfocada en protegerse del entorno, así como de mantener su imagen enaltecida ante los demás, para sostener esta actitud la persona utiliza todo su esfuerzo y energía. Cuando alguien asume una postura defensiva va perdiendo la sensibilidad, porque en la competencia entre menos sensibilidad y vinculación afectiva tengas serás mas capaz de triunfar. La persona narcisista vive en una competencia continua por lograr el control y reconocimiento del entorno, su mecanismo para seguir es la retroflexión, atender sus necesidades limita su capacidad para seguir desarrollándose, por eso, sus necesidades quedan en segundo término. La desensibilización llega a convertirse en una anestesia como una forma creativa descontextualizada para evitar la confluencia, incluso la persona puede llegar a ser muy cuidadosa con las personas de su entorno, pero sin involucrarse afectivamente.

La experiencia de confluencia produce mucha angustia en la persona provocando una alteración una ausencia en la frontera-contacto, la persona considera que el entorno no es capaz brindar el apoyo necesario o que lo hará de manera desproporcionada. La excitación es contenida por medio de la retroflexión, y por lo tanto, se manifiesta en problemas psicosomáticos

 

Función Personalidad del self

 

“La Personalidad es la figura creada en la que el self se convierte y asimila al organismo, uniéndola con los resultados del crecimiento anterior” (PHG)

La función Personalidad del self se encarga de brindar una concepción temporal que se toma como base para interactuar con el entorno.La función Personalidad es un mapa relacional que ayuda al organismo a movilizarse de acuerdo a los recursos propios y la comprensión que se tiene de su interacción con el entorno.

La función Personalidad ayuda al organismo a mantener una identidad temporal que permita interactuar con el entorno, sobre todo a su dimensión social.La función Personalidad se compone de actitudes que van interiorizando en las relaciones interpersonales. De acuerdo con la calidad de contacto que establece el organismo con el entorno, será la actualización que desarrolle la función personalidad. Cuando la función Yo del self se encuentra disminuida, afectará de manera significativa la actualización de la función Personalidad. El contacto creativo ayuda a actualizar la función Personalidad y construir nuevas posibilidades a nivel personal y relacional. La función Personalidad privilegia patrones relacionales que se asumen como validados de acuerdo con las condiciones que son conocidas por el organismo. 

La función Personalidad establece un patrón de comportamiento que le ayuda a la función Yo a controlar el entorno social. La personalidad permite una relación funcional con la otredad, de acuerdo con las condiciones que son conocidas para el organismo hasta ese momento. Sirve como guía a la función Yo para hacer contacto con el entorno tomando en cuenta las condiciones que se han interiorizado de experiencias pasadas. En el proceso de post-contacto, es donde la función Personalidad se privilegia para lograr la interiorización de nuevos recursos relacionales que permitan el crecimiento de la personalidad.

 

Función personalidad en la tendencia narcicista

 

La tensión producida por la actitud defensiva de la persona provoca que no tenga claras sus emociones y necesidades, porque la mayoría del tiempo emplea su energía o excitación para realiza acciones compensatorias que inhibían sus sentimientos de inferioridad, hipersensibilidad ante la crítica, y su necesidad de afecto. Su manera de comprender el mundo es bajo la premisa de ser una persona especial, que no logra formar parte de su entorno, al no ser capaz de integrarse con sus pares, desarrolla una actitud descalificativa ante el entorno como forma de protegerse de la vergüenza que produce la inadecuación, la autoexaltación es una máscara que cubre las lágrimas que producen la soledad y la falta de cariño.

La persona desarrolla una percepción rígida que le impide ver los recursos novedosos presentes en el entorno, la función Yo va perdiendo la capacidad creativa porque no se nutre del entorno, la persona se presenta como alguien completamente autosuficiente, pero en su interior hay un gran temor de sufrir nuevas derrotas emocionales, por esa razón, opta por no depender de nadie buscando lograr estrategias que le permitan continuar con el guían de autonomía e independencia del entorno.La angustia y vulnerabilidad afectiva es la característica histérica que Reich menciona que se presenta en el carácter narcisista, por otra parte, también cuenta con unas características del carácter compulsivo.

Estas características ambivalentes llevan a la persona a mantener una hacia excitación hacia afuera, pero sin lograr el contacto pleno con el entorno, la ansiedad la convierten en trabajo, dedicación y logros. Por esa razón, muchas personas con tendencia narcisista logran prestigio social o éxito profesional porque son capaces de dirigir toda su energía hacia acciones que les ayudan a mantener el control del entorno, demasiada excitación, pero poca entrega.

En las relaciones interpersonales las personas narcisistas pueden llegar a ser muy atractivas por su poder, pero también por las formas de seducción y manipulación que tienen, generalmente son personas que conquistas por su encanto, que puede ser apreciada en los detalles y entrega del narcisista, no obstante, cuando estas relaciones van creciendo en compromiso o intimidad la persona se va alejando por temor a la confluencia. Este aspecto también se presenta a nivel sexual, son personas con mucho deseo y excitación, pero su capacidad orgásmica es militada, debido al temor de perder el control o bien logran el orgasmo solo en relaciones que no tengan implicaciones afectivas como en las relaciones sexuales ocasionales o con personas que se dedican a trabajo sexual.

La persona narcisista busca el liderazgo dentro de los grupos sociales, cuando no es capaz de lograrlo se aísla del entorno, desarrollando una mirada excesivamente critica, como una forma de legitimar las razones por las que no forma parte de ese grupo. La persona busca sobresalir y ser respetada dentro del medio social, pero en realidad no tiene amigos, su dinámica interpersonal es de mantener un grupo de admiradores, con quienes tienen una relación cordial, pero carece de una intimidad afectiva.

Su función de liderazgo se mantiene a través del sacrificio y esfuerzo que realiza continuamente, pero tiene una gran necesidad de confirmación por parte del entorno, cuando no existe esta retroalimentación continua la persona con tendencia narcisista entra en angustia y tiende a desarrollar conductas compulsivas hasta que logra recuperar la atención y los aplausos. Se encuentra en una continua búsqueda de ser un patriarca para su entorno, es una persona que es capaz de solventar cualquier duda o conflicto que se presenta. Finalmente podemos decir que vive una gran tensión entre la carencia afectiva y la admiración, porque solo se siente amado cuando recibe el aplauso, cuando es criticado se siente herido profundamente, hasta el punto de caer en una depresión melancólica. Paradójicamente su búsqueda de excesiva autonomía es proporcional al nivel de dependencia que tiene al reconocimiento del entorno.

 

Función Yo del self

 

“El Yo es la identificación con y la alienación progresiva de las posibilidades, la limitación o el acrecentamiento del contacto en curso, incluyendo el comportamiento motor, la agresión, la orientación y la manipulación” (PHG).

La función  Yo del self  implica los procesos volitivos para la identificación y alienación de las figuras emergentes en la experiencia de campo. Una gran parte del trabajo terapéutico en las experiencias disfuncionales es ayudar a equilibrar el funcionamiento de la función Ello del self, para posteriormente apoyar un adecuado funcionamiento de agresión y regulación en su interacción. La función Ello permite la excitación del organismo, lo moviliza hacia el contacto con el entorno; por su parte la función Yo se encarga de elegir de acuerdo con las condiciones presentes en la situación y los antecedentes que posee la función Personalidad del self. La función Yo del self requiere de la excitación necesaria para encarar las vicisitudes que enfrenta el organismo para establecer un contacto novedoso con el entorno.

El organismo necesita el apoyo del entorno para ampliar sus posibilidades para elegir. La función Yo del self tiene una constante tensión entre lo conocido y la novedad. El Ello de la situación permite a la función Yo del self direccionar la energía en una elección consciente, que implica un proceso de agresión al entorno para seleccionar y tomar las posibilidades del campo. Cuando la figura es clara, la función Yo del self se compromete en movilizar todos sus recursos para controlar los recursos del entorno, logrando la satisfacción de la necesidad apremiante. La función Yo del self es una función de campo que permite optimizar los recursos disponibles para alcanzar la satisfacción de necesidades. En un inicio las figuras surgen como una experiencia somática intersubjetiva que activa a la función Yo del self. Ayuda a integrar las funciones Ello y Personalidad. También ayuda a establecer una relación entre la autosuficiencia y la interdependencia con el entorno. El proceso de elección depende de la confianza en el entorno y la excitación que mantiene el organismo en la situación presente. La función Yo del self esta privilegiada en las fases de toma de contacto para posteriormente dar paso al despliegue total del self (fusión temporal entre el organismo y el entorno) en la fase del contacto pleno.

 

La función Yo del self en la tendencia narcisista

 

La persona vive una constante tensión entre la función ello (deseos y necesidad de contacto) y la función personalidad (Incapacidad de recibir apoyo del entorno), provocando que sus procesos volitivos se encuentren restringidos, por el temor a ser lastimada nuevamente. Su forma de protección que convierte en pautas caracterológicas que le brinda la seguridad ante la posibilidad de confluencia, la crítica o desprecio es una protección anticipada ante cualquier posible desdén por parte del entorno.

Procura convencerse a si mismo que puede ser una persona totalmente autónoma, que puede desprenderse de cualquier tipo de apego, pero a su vez, llega a experimentar soledad, depresión y ataques de pánico. La perdida de confianza en el entorno va creando demasiada tensión en su vida, porque no es capaz de reconocer su vulnerabilidad y su necesidad de apoyo. Las personas con tendencia narcisistas suelen sentir un gran vacío cuando van camino a casa, después que terminaron los aplausos y el reconocimiento, la soledad se intensifica y se cuestionan el valor de todo el esfuerzo realizado.

La persona ha perdido la capacidad de elección, busca repetir estrategias que le ayuden a preservar su autonomía y evitar la confluencia con el entorno. Se muestra temerosa en el momento del contacto pleno, esto les provoca un vacío afectivo porque no son capaces de recibir el apoyo y apoyo necesario de las personas que ama. Presenta una tendencia fóbica a la confluencia del nosotros, buscando enaltecer la relación yo para tí, como yo decida que nos relacionemos. Pero no son capaces de co-crear una relación reciproca, por eso buscan lograr controlar el entorno a través del dinero, la protección o el prestigio.

 

Conclusiones

Para concluir esta primera parte del artículo, considero que como terapeutas debemos superar los prejuicios que existen a nivel social y profesional sobre el trastorno de personalidad narcisista. El terapeuta necesita desarrollar una actitud fenomenológica para comprender la experiencia estética de sufrimiento, y no solo enfocarse con las actitudes retadoras y altaneras del consultante. La persona con tendencia narcisista quiere hacer todo a su manera, pero constantemente siente el vacío de la ausencia del otro, añora el cariño, pero teme la decepción. El enfoque terapéutico estará enfocado en construir una relación de confianza, basada en el cariño y cuidado mutuo entre e terapeuta y el consultante, hasta el punto alcanzar las posibilidades infinitas de la fraternidad.

 

Autor: Dr. Francisco J. Díaz Calderón

 

Referencias

Fenichel, O. (2000) Teoría psicoanalítica de las neurosis. México: Paidós.

Francesetti, G. Gecele, M. y Roubal, J. (2013) Terapia Gestalt en la práctica clínica. De la psicopatología a la estética del contacto. Madrid: Asociación Cultural Los Libros del CTP

Perls, F.S, Hefferline, R. Y Goodman, P. (2001) Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad humana. Madrid:  Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Colección Los Libros del CTP

Reich, W. (1997). Análisis del carácter. Barcelona: Paidós  

Robine, J.M. (2016). El self. Una polifonía de terapeutas gestálticos contemporáneos. Madrid: Asociación Cultural Los Libros del CTP

 Vázquez, C. (2014). Sin ti no puedo ser yo. Pensando según la Terapia Gestalt. Madrid: Asociación Cultural Los Libros del CTP

 

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