Confrontando la neurosis o acompañando la locura
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La Gestalt me apasiona y despierta mi entusiasmo una y otra vez por su invitación constante al uso y aprovechamiento de la creatividad… como terapeuta a veces confronto la neurosis y a veces me uno al viaje que propone la locura particular del otro…
Si confronto incido en el vacío, en la soledad donde vivimos los seres humanos, yo estoy sola con lo mío y tú estás solo con lo tuyo, a ver cómo te la arreglas… pelea contigo un rato, yo te lo pondré aún más difícil, porque voy a frustrar todas las veces que intentes escapar a tus personajes preferidos, los voy a señalar a todos, uno por uno, quizás me ponga muy seria o quizás me ría de tu fuga un poco, no tendrás más remedio que mirarte y elegir desde la conciencia, soltar tu movimiento inconsciente y elegir, reconocerte, detener tu huida y sostener tu realidad de aquí y ahora…
Si me uno al viaje que propone tu locura particular me convierto en ti mismo, exagerado, para que te veas igualmente, como si yo fuera tu propio reflejo en un espejo, no te voy a frustrar pero te cogeré la mano para llegar al final del viaje, como hermanitos gemelos, ahora yo soy tú, y tomo tu propuesta con el máximo respeto, con ausencia de juicio, desde la entrega de un niño a alguien querido, y nos tiramos de cabeza a esta inflamación tuya con la fe de que si lo vives es porque te aporta algo muy importante para ti: reconoce eso tan importante… y ¡realmente goza de tí mismo!
Si confronto trabajamos con la frustración y su efecto en ti, trabajamos con el orden, con el vacío, con la disciplina, con el revulsivo que ocurre cuando te paras de pronto y se te cae la estructura habitual, un instante de vacío habitado en conciencia es un paso hacia algo nuevo en ti, yo te romperé tu estructura, esa donde te sujetas, donde te agarras para sentirte seguro, y cuando te encuentres perdido en el vacío yo estaré muy presente para que el vacío ocupe más sitio y pueda emerger algo verdadero desde dentro de ti.
Si me uno a tu locura trabajamos con la celebración de que hoy yo soy como soy, y tú eres como eres…¡no tengo remedio!¡no tienes remedio! y no hay nada que cambiar, te animo a insistir en lo que eres hoy para que te hartes de ti mismo y transformarte a medida que te habitas con pasión, y te vas desprendiendo de ti mismo, concluyes eso que intentas tantas veces porque en esta ocasión como somos dos es más fácil concluir, llegar al final de tu locura, tocar la clave que te hace repetir una y otra vez el mismo mecanismo defensivo hasta sentir verdadero placer y aceptación de que hoy ¡eres como eres! ¡y tienes un motivo!
Si te confronto trabajamos con el límite: te recuerdo que esto que haces tiene un precio ¿qué precio estás pagando? toma conciencia del precio que pagas y observa qué efecto te hace en el cuerpo. Y cuando intentes escapar por otra salida que te inventes, volveré a mostrarte el límite, una y otra vez, y puede ser que tu ego se enfade conmigo, o que llegue al agotamiento y te permita experimentar algo nuevo en ti… ¡sal de la cárcel donde vives!
Si me uno a tu locura la vamos a vivenciar como si no hubiera límites hasta llegar a desvelar tu verdadero motivo, apasionado… ¡ama la cárcel donde vives! quizás si la aceptas se convierta en un paisaje diferente.
Si confronto necesito lucidez y sobriedad, si me uno a tu locura necesito deseo de experimentar y tiempo, si confronto me convierto en Apolo, “el que hiere de lejos”, arquero cuyas flechas provocan una muerte maravillosa, si me uno a tu locura me convierto en Dionisio, y me emborracho del placer de viajar contigo, disfruto de todo lo que me llega. Si te confronto te ayudo a darle voz a partes de tí que viven bajo el sometimiento de la dictadura de tu ego, te doy un poco de mi fuerza. Si me voy contigo a tu locura te ayudo a manifestar con pasión y placer al tirano que controla tu vida hoy, hasta la saciedad, y te doy un poco de mi amor.
-No voy a darte ni un segundo de tregua, ego -expresa Apolo con una voz poderosa -ahora mismo retiro con toda mi fuerza cualquier apoyo a tu neurosis, tu manipulación habitual la veo venir y la ignoro completamente, no reacciono, habito mi vacío para que te quedes solo, porque, ego, sólo puedes sobrevivir manipulando el entorno, y ahora que el entorno soy yo, te vas a quedar sin lugar donde agarrarte hasta que patalees como la bestia que eres y entonces te lanzaré con mi arco una flecha certera… y soltarás tu tiranía y comenzaremos a negociar, a generar acuerdos entre todos, terminará tu imperio.
-¡Ven conmigo ego! Me apunto a tu locura, hoy seré tu amante, tu cómplice para que vivas de una vez eso que necesitas vivir -expresa Dionisio con alegría desbordante -¡nunca cambiarás! ¡sólo puedes amarte como eres y eso será tu cambio! y yo quiero darte permiso para que llegues hasta el final de tu deseo, ¡yo deseo lo que tu deseas! al menos hoy… así que hoy es un día grande porque tu locura está permitida, ¡ámala con todo tu ser! ¡vívela!¡no te quedes a medias! ¡llega hasta el final!¡emborráchate de ti mismo!
-¿Pero cómo le das ese poder al ego?¿estás loco Dionisio? -se indigna Apolo -al ego hay que dejarlo sin energía para ponerlo en su sitio, para que la persona recupere su lucidez y pueda valorar lo que quiere hacer realmente desde la libertad que ocurre cuando el automatismo defensivo se reconoce y se desactiva.
-Me encanta tu viaje Apolo -sonríe Dionisio -¡claro que sí!… toma tu arco y dispara justo en el blanco, para que todos podamos ver tu perfección, ¡qué discernimiento! ¡qué precisión! ¡eres el arquero más certero del reino! ¿desde cuando te gusta lanzar flechas?
-Pues la verdad es que siento mucha rabia en mi cuerpo y lanzar flechas me alivia -expresa Apolo en un descuido.
-Ahhh, ¡Apolo! tú también posees un viaje inconcluso ¡vamonos de viaje con tu rabia! -y Dionisio abre su corazón para darle un abrazo a Apolo.
Como digo, la Gestalt me apasiona, porque siempre me ayuda a habitar nuevos paisajes internos fomentando la creatividad para acompañar a otros en sus procesos, cuando me entrego a mi rol de terapeuta.