La vergüenza limita la expresión del deseo. Nadie nos enseñó cómo ser fiel a nosotras/os mismos/as, perder el miedo al ridículo o superar la timidez que deteriora nuestro bienestar. Quien desprecia su vergüenza olvida que se está rechazando. Aceptarla, así como el miedo a sentirla, nos permite elegir y aumentar nuestra autoestima. Trabajaremos a tu lado tus problemas de vergüenza, soledad o timidez. Veremos qué es ser perfecta/o, qué se gana y qué se pierde con la idea de “deber serlo”.

Dirigido a:

Quienes frenan el deseo de mostrarse como son, de expresarse espontánea y libremente, que quieran sanar experiencias de vergüenza para alcanzar mayor aceptación de si.

Objetivos:

• Explorar, -desde un espacio seguro-, cómo recolocar esas experiencias limitadoras de vergüenza, actualizando las habilidades que posees y que no utilizabas.
• Vivir la soledad desde un lugar menos frustrante.
• Dignificar tu vergüenza, desarrollando facetas no avergonzadas.
• Legitimar tu deseo de mostrarte y de ser reconocido/a por lo que sí eres.