Dependencia emocional
A diario vivimos en plena experiencia de afecto, emociones y sentimientos, que se ajustará dependiendo de la manera cómo nos comportamos. Aquí se manifiesta dando origen a la dependencia que llamamos emocional. Considerando que si resulta dificil manejarla puede originar serios inconvenientes que conlleva a desequilibrios físicos y psíquicos, si la dependencia afectiva no se ha podido controlar.
La Dependencia Emocional es un trastorno de la personalidad dentro de las dependencias afectivas. Este es un trastorno adictivo, siendo la relación de pareja el objeto que provoca la adicción con el objetivo de llenar su carencia.
Esta dependencia surge desde la infancia con un patrón crónico de necesidades emocionales insatisfechas y ahora se busca en edad adulta satisfacerlas, el dependiente emocional sufre graves necesidades emocionales, por la gran falta de afecto. Por lo tanto, se apega a alguien que idealiza de una manera desbordada, no espera cariño ni lo busca porque no lo sabe hacer nunca lo ha recibido y tampoco tiene la capacidad de darlo. Unas de las caracteristicas de un dependiente es su falta de autoamor idealizando a seres que observa segura de sí misma pero realmente no siempre es así, a vecés mas supuestas que reales. Entiende el amor como sumisión, admiración por la otra persona y no como una relacion bilateral de afecto. Están en la espera de arobación por los demás, dependeindo de la estrechez de la relación. La necesidad de la pareja es realmente una dependencia como se produce en las adicciones, generando que el otro ser se sienta con frecuencia invadido, quiere disponer de la presencia continua de la otra persona.
Otra conducta es complacer el otro, pero es importante diferenciar la subordinación altruista, que se da en personalidades abnegadas o en codependiente, de la egoísta, que es la que aquí queremos mencionar. La posible rotura de la relación es un auténtico trauma y genera un acontecimiento precipitante de episodios depresivos mayores.