Introducción de Frederick Perls a "Terapia Gestalt"
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Introducción de Frederick Perls a la edicion de "Terapia Gestalt" de 1971 de Bantam Books
Poco antes de morir, Frederick Perls escribió una nota introductoria a la edición de Bantam de Terapia Gestalt. Como esa edición está fuera de impresión, su nota ya no está disponible. La ofrecemos aquí exactamente como aparece en la edición de Bantam.
NOTA DEL AUTOR
La Terapia Gestalt está ahora alcanzando la madurez a pesar de que Yo escribí el manuscrito original hace aproximadamente veinte años atrás. Durante estos años se han producido muchos cambios tanto sociales como psicológicos, sin embargo, los experimentos gestálticos incluidos en este volumen son tan válidos hoy como lo demostraron ser la primera vez que los llevamos a cabo en las clases de expansión de la conciencia inmediata.
El énfasis en general, sin embargo, ha cambiado de la idea de terapia a un concepto gestalt de crecimiento. Ahora considero que la neurosis no es una enfermedad, sino uno de los varios síntomas de estancamiento del crecimiento. Otros síntomas de estancamiento del crecimiento son la necesidad de manipular el mundo y el control de la locura, la distorsión del carácter, la reducción del potencial humano, y la falta de “respons-abilidad” y lo más importante de todo, la producción de huecos en la personalidad.
La maduración es un proceso continuo de trascender el apoyo del medio ambiente y desarrollar el auto-soporte, lo cual significa una reducción cada vez mayor de las dependencias.
El bebé nonato depende en todos los aspectos de la madre –para obtener el material para el crecimiento físico, el oxígeno, el calor, el transporte; inmediatamente después del nacimiento él debe proveerse su propio oxígeno. Pronto debe contribuir para su propia ingesta de alimentos, por la succión de la leche y proporcionarse una cantidad considerable de calor para sí mismo. Conforme pasa el tiempo, se vuelve más y más auto-sustentable, aprende a comunicarse, a gatear y caminar, morder y masticar, aceptar y rechazar. Así que el desarrollo continúa y el niño se da cuenta de una parte de su potencial para la existencia. Desafortunadamente, en nuestro tiempo la persona promedio utiliza sólo alrededor del 10 al 15 por ciento de su potencial; una persona que utiliza el 25 por ciento es llamada un genio.
Para movilizar su potencial y para garantizar la maduración adecuada, el niño tiene que superar muchas frustraciones. En el niño sano estas frustraciones movilizarán los recursos que están innatamente disponibles.
Cuando las frustraciones son demasiado grandes para el niño hacerles frente o él ha sido mimado y privado de la oportunidad de “hacerlo por sí mismo”, él va a desarrollar su propio tipo individual de psicopatología. Él comenzará a manipular el medio ambiente por el comportamiento falso (role playing) o tomando el control para asegurarse de que estas frustraciones intolerables no ocurran de nuevo. Se formará un carácter específico y escribirá un guion-de-vida que garantice su supervivencia. Las frustraciones más importantes ocurren naturalmente cuando las demandas se hacen sobre él desde el medio ambiente en una etapa en la que no las puede enfrentar, cuando por ejemplo él habla en un lenguaje de conceptos y abstracciones en un momento en el que puede pensar sólo en términos concretos. En ese momento se puede desarrollar un sentimiento de absoluta estupidez. En un caso como este su guion-de-vida demandará una sobrecompensación de la omnisciencia.
El principio subyacente a estos trastornos es la demanda medioambiental para ser lo que él no es, la demanda para actualizar un ideal más que para actualizarse a sí mismo. Se llega al desequilibrio. Algo de su potencial es entonces alienado, reprimido, proyectado. Otras características son puestas como comportamientos falsos, que demandan esfuerzo en el auto-apoyo, agotamiento sin satisfacción.
Finalmente esta profunda división entre nuestra existencia biológica y social conduce a más y más conflictos y “huecos.” Los agujeros son las principales características de la personalidad incompleta. Algunos de nosotros no tenemos corazón o ninguna intuición, algunos no tienen piernas para estar de pie, ni genitales, confianza, ni ojos u oídos.
Si una persona tiene un agujero donde otras personas tienen ojos, se encuentra con que sus ojos se proyectan en el medio ambiente y llevará una vida de auto-conciencia, permanentemente perseguida por la idea de que se le mira, admira, acusa, etc. El peor agujero en que puedo pensar es el de una persona que no tiene oídos. Este se encuentra normalmente en las personas que hablan y hablan y esperan que el mundo los escuche. Utilizan frases de otras personas meramente como tablas de salto para la conversación ingeniosa, si escuchan mucho. Ciertamente no escuchan las voces de su entorno; a lo sumo ellos resumen el contenido y se mantienen en un nivel intelectual vacío. Tenemos una polaridad peculiar en este mundo: escuchar versus discutir. Las personas que escuchan no discuten, y las personas que discuten no escuchan. Si las facciones en guerra en nuestra sociedad –los cónyuges, las dependencias de negocio– abrieran sus oídos y escucharan a sus oponentes, las hostilidades en nuestro entorno y entre las naciones, en gran medida disminuirían.
El “Yo te estoy diciendo lo que tú necesitas” sería reemplazado por el “Estoy escuchando lo que tú quieres”, y la base para la discusión racional estaría abierta.
Esto se aplica tanto a nuestros conflictos internos como se aplica a la situación del mundo en general.
Pero, ¿cómo abrimos los oídos y los ojos del mundo? Considero que mi trabajo es una pequeña contribución a ese problema, el cual podría contener la posibilidad de la supervivencia de la especie humana.
F. S. Perls
Agosto de 1969
Cowichan Lodge, B.C.
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https://www.academia.edu/9831589/Introducci%C3%B3n_de_Frederick_Perls_a_la_edicion_de_1971_de_Terapia_Gestalt_
Hay 3 Comentarios
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interesante