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Cuando las drogas no son el problema sino la solución

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Cuando las drogas no son el problema sino la solución

Aportes para una clínica gestáltica con personas que consumen drogas

16 Febrero 2018
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Parte 1

LA DOBLE VIDA

Durante varios años tuve una doble vida.

No me siento orgulloso de eso, pero es lo mejor que pude hacer.

Mi camino profesional, en esto de las drogas, comenzó en el año 1991, en un evento académico, donde tuve el privilegio de conocer a profesionales que trabajaban en la prevención y tratamiento de adicciones como verdaderos pioneros.

Me acerqué a ellos y luego de una breve conversación me invitaron a conocer la institución en la que trabajaban.

Lo primero que sentí fue curiosidad por una temática que en esa época era un mundo oculto, misterioso y lleno de peligros.

De las drogas no se hablaba. Y mucho menos en las ciudades del interior del Uruguay.

A principio de los 90 en Uruguay los que trabajábamos en el “tema drogas” éramos muy pocos.

En esos años el paradigma de la “Guerra contra las Drogas” dominaba las mentes y la mirada de quienes trabajábamos en el tema drogas.

Nos preocupaba el consumo de Solventes Volátiles[1] por parte de niños y jóvenes en situación de calle.

La imagen de niños “bolseando”[2] en la calle era una muestra de lo que luego viviríamos en América Latina con la Pasta Base o el Paco[3].

Era la droga de mayor alarma social y visibilidad en los medios de comunicación.

Al introducirme en el tratamiento de las adicciones, lo hice por medio del paradigma dominante en esa época.

Toda la formación a la que podía acceder provenía de la misma raíz conceptual y mayoritariamente de la misma parte del mundo.

La mayoría de libros y trabajos científicos a la que accedíamos provenía de los Estados Unidos, que en ese tiempo lideraba la “Guerra contra las Drogas” de manera global.

Las actividades de formación técnica, capacitaciones y Ateneos sobre el tema me proponían ser parte de un “ejército” que, desde la salud, se enfrentaba a un “flagelo que azotaba a nuestra juventud”.

En esos años también comencé mi formación en la Psicología Gestalt, de la mano de Leonardo Aronovitz[4] (mi psicoterapeuta en esa época), Alejandro Spangenberg[5] y un maravilloso grupo de docentes del Centro Gestáltico de Montevideo.

Cuanto más me iba adentrando en el mundo de la Gestalt, más me dificultaba trabajar con adictos.

Sentía que no podía trabajar gestálticamente con personas que han desarrollado una adicción sin un cuestionamiento profundo, doloroso e incierto de éste paradigma en el cual me había formado y sostenía mi práctica en adicciones.

Sentía que tenía que elegir:

La Gestalt o las Drogas (como ámbito de desarrollo profesional, claro).

Abandoné el trabajo en adicciones y durante muchos años me dediqué a la Psicoterapia y Docencia gestáltica.

Pero como dicen por ahí, “de las drogas es difícil salir”, cuando me descuidé estaba hablando de drogas y nuevamente relacionado profesionalmente con las adicciones.

Era otro siglo, alrededor del año 2000, por lo que emprendí nuevamente el desafío.

Pero ésta vez no quería tener una “doble vida”.

Testarudamente me embarqué en la búsqueda de una manera gestáltica de ver a la adicción.

Fui buscando, investigando, preguntando y conociendo referentes de la Gestalt que abordaran las adicciones.

Los aportes teóricos de los Maestros y las experiencias de gestálticos en distintas partes del mundo me fueron permitiendo soltar el paradigma en el que me había formado y poder abrirme a un nuevo entendimiento.

Sentí la necesidad de buscar y desarrollar herramientas para la construcción de un vínculo terapéutico, respetuoso y auténtico con quienes establecen vínculos adictivos con sustancias, conductas y/o personas.

Claro que éste cambio de paradigma lo transité con mucho miedo, enojo y dudas.

Pero con la certeza de que estaba siendo “más yo”.

Que podía lograr una integración para ayudar a otras personas a cambiar su relación con las drogas, de un modo gestáltico.

Gracias a una psicóloga gestáltica madrileña, Ros Bazan[6] pude establecer contacto con una organización que, desde el enfoque gestáltico y desde hace más de 30 años, ofrece tratamiento y rehabilitación a drogodependientes.

Así que en el año 2013 viajé a Cartagena (España) para conocer al Prof. Diego Cruzado Beriguistain, Presidente del Colectivo “La Huertecica”[7] y a la experiencia de todo el Colectivo en la intervención psicosocial.

Gracias a su invitación estuve varios días aprendiendo y conociendo a profesionales maravillosos, con los que hasta el día de hoy mantenemos una amistad e intercambio profesional.

Diego, María, Alfonsi, María José, Manuel, Leyre, Azucena, Carmen, Cristina, Cere, Vanesa e Inoa son parte de un grupo maravilloso de profesionales que me han permitido experimentar “en vivo” una manera diferente de acompañar a personas que consumen drogas.

Para poder trabajar con adictos y consumidores problemáticos de drogas desde la Gestalt, tuve que revisar mis prejuicios, preconceptos y desaprender gran parte del camino que había recorrido.

Como parte de mi aprendizaje hoy me dedico a dictar Cursos y Seminarios con el fin de compartir conocimientos y ejercitar las habilidades necesarias para quienes trabajan con personas que consumen drogas. 

Junto a mi querida colega y compañera de camino, la Lic. Norma Martinez Gerner[8] nos hemos abocado a la tarea de transmitir una mirada gestáltica y acompañar a profesionales en la búsqueda de una forma amorosa, respetuosa y diferente de ver a las drogas y a quienes las usan.

Mi manera de ver y entender la adicción y a las personas que la padecen ha cambiado.

He dejado de luchar.

Hoy elijo dejar de lado la “Guerra” y ayudar desde el amor y la aceptación.

 

 

[1] Cualquier producto que contenga acetatos, bencenos, cloroformo, éter y otros productos que pueden ser utilizados como drogas de abuso.

[2] Acto de inhalar un Solvente Volátil, cuyos vapores producen un efecto anestésico y embriagante. En otros países se le llama “Jetear” o “Chemear”.

[3] Cocaínas fumables de bajo costo frecuentemente asociada a población de bajos recursos económicos.

[4] Médico, Psicoterapeuta Gestáltico y Escritor.

[5] Psicólogo, Psicoterapeuta Gestáltico. Pionero de la Gestalt en Uruguay. Hombre Medicina y difusor del “Camino Rojo” en Uruguay y Latinoamérica. Escritor de varios libros.

[6] Rosa Mª Bazán. Directora del Centro Gestáltico Los Pinos de Madrid y Palencia, Terapeuta corporal y gestáltica formada en psicoterapia integrativa.

[7] Lahuertecica.com

[8] Licenciada en Psicología y especialista en Adicciones. Docente de Cursos y Seminario. Directora del Departamento de Vínculos Adictivos de la Asociación Gestáltica del Uruguay.

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