Cualitativando la existencia
“El mundo cambia si dos
se miran y se reconocen”.
Octavio Paz
Durante mis años de preparación de estudio, mi acercamiento hacia las ciencias, siempre se manejó en singular. En las detalladas y largas bibliografías de consulta sobre investigación y el quehacer del investigador, el relato parecía tener el concilio de ser engorroso, algunas veces inaccesible, confinado sólo a una pequeña población que se encontraba en algún lugar con batas blancas y microscopios, haciendo eso que entendemos “universalmente” como la ciencia. ¿Pero realmente, qué es la ciencia? ¿Y hay una sola manera de hacerla?
El primer problema que me surge, al pretender responder estas preguntas, es el complejo instrumental teórico que podrían aportar diversas disciplinas, las cuales abrirían múltiples caminos a transitar, que pudieran ser cercanos, vagamente conocidos o bastante lejanos. La idea, es que, en esta vastedad, podemos visualizar que no se trata da una sola manera de hacer ciencia, que sea única y exclusiva; sino que podemos hablar en plural de las ciencias, que no se excluyen unas a las otras.
Otro de los inconvenientes de intentar definir, es la tendencia del modelo dominante, a entender los fenómenos humanos de manera estática, como si se pudieran detener, pausar, atrapar y dejar sin movimiento. De la misma manera, detallar nos puede llevar a la trampa de ejercer una noción de superioridad al regularizar y establecer ciertos lineamientos; por lo que, debo aclarar que estos que pretendo proponer, van a ser significativos, desde que comparten nuestra mirada gestáltica para hacer aproximaciones en los fenómenos que necesitamos nombrar y visibilizar, rompiendo la confluencia, sin enjuiciar y sin encasillar. No es definir, es nombrar.
Por lo tanto, comienza a ser sustancial el buscar espacios para sentarnos a discutir y reflexionar cuál es nuestro quehacer como investigadores Humanistas-Gestalt, y sufragar en la construcción de nuestra teoría.
Enfoque Cuantitativo y Cualitativo
A lo largo de la historia de las ciencias, han surgido distintas teorías del conocimiento y distintos marcos interpretativos, que han dado origen a muchas rutas y búsquedas del entendimiento de distintos fenómenos. Lentes con los que nos aproximamos a los sucesos, y desde los cuales los estudiamos para dar explicaciones, significados y sentidos a nuestro estar en el mundo.
Es importante recordar, que ninguna aproximación elimina a la otra; todas las maneras de mirar los fenómenos son válidas, al menos en un primer momento. Esto ha sido herencia de nuestra influencia existencialista; pues en esta pluralidad, es como podemos encontrarnos y diferenciarnos de y con otras formas que pueden tomar los fenómenos, de los matices con que se manifiestan, de sus sutilezas y su complejo dinamismo. Sería poco congruente hablar de la existencia de una sola verdad.
Algunos enfoques, como en el caso de la investigación cualitativa y cuantitativa, se han ido polarizando cada vez más, como resultado de nuestro aprendizaje y tendencia a las dicotomías y al binarismo. También hay estudios que han intentado achicar esta brecha, como lo es, el enfoque integrado multimodal, conocido como enfoque mixto[1] (Hernández Sampieri y cols. 2006).
Ciertamente, los marcos de referencia, de estos enfoques, responden a distintas raíces. En la investigación cuantitativa, se toman el positivismo, neopositivismo y pospositivismo; como puntos de partida, para sustentar que existe una sola realidad, la cual es objetiva y estática, que puede ser observada y medida.
Este enfoque fue el primero que aprendí. Metódico, con pasos rigurosos y estructurados a seguir, donde mi vivencia pasaba a segundo plano, para darle cabida a la única manera, para algunos, de hacer ciencia. Años más tarde, cuando me encontrara con la Psicología humanística, entendería que el ser humano no puede solamente abarcarse desde sus dimensiones cuantitativas, pues es el hombre es una creación única e inabarcable (Muñoz Polit, 2012. Silva Rodríguez, 2004). Sin embargo, tardaría mucho más tiempo en superponer estas ideas en mi práctica, ergo, me es por momentos difícil observar la complejidad inimitable del ser humano.
Me permito resumir este método, como la búsqueda de las relaciones causales, universales, para poder explicarlas, predecirlas e incluso replicarlas; todo bajo condiciones experimentales –condiciones específicas-. Tampoco quisiera simplificar esta disciplina, que ha resultado valiosa para otras ciencias, y no me refiero solamente a las ciencias que estudian al ser humano. Menos aún, quisiera contribuir a un debate absurdo de jerarquías, que sólo incrementan la confusión de procedimientos y técnicas, sin tomar en cuenta las aportaciones significativas del recurso, tales como: la observación exterior de los fenómenos sociales, las leyes sociales como expresión de regularidades, explicaciones causales y verificabilidad y/o refutabilidad de las teorías (Vasilachis de Gialdino y cols., 2006). Hablar solamente de sus limitaciones, no sería propiamente gestáltico.
No obstante, el sistema de procedimientos de carácter positivista, entró en crisis con el paradigma de las Ciencias Sociales, pues necesitábamos otros medios para hacer frente a las necesidades actuales de los seres humanos[2]. El cuestionamiento de los modelos hegemónicos y de prestigio, fue clave, para enfrentar la complejidad de los seres humanos, que se caracterizan por ser dinámicos, únicos, irrepetibles y que se manifiestan en entornos naturales (Bautista, 2011).
Es así, como comienza el desarrollo de los métodos cualitativos, que son una especie de abanico en la que se incluye gran variedad de concepciones, visiones, técnicas y estudios no probabilísticos. También pueden llegar a ser referidos como investigación naturalista, fenomenológica, interpretativa, etnográfica o constructivista.
La propuesta de estos métodos, son que la realidad no es objetiva, sino que es subjetiva –en nuestro caso también intersubjetiva e intercorporal-, y que existen múltiples realidades, que, además se van modificando momento a momento, pues el conocimiento se co-construye en la relación campo organismo-entorno (Hernández Sampieri y cols. 2006. Bautista, 2011).
Pero no solamente se trata de entender el origen de los paradigmas, sino de la manera en que se llevan a cabo en la praxis. Desde los estudios cuantitativos, el investigador debe mantener una posición neutral y pasiva, con respecto al fenómeno. De lo anterior, Perls, Hefferline & Goodman (2006), dicen:
El contacto, la formación figura/fondo, es una excitación creciente, llena de sentimiento y de implicación; y al revés, lo que no me implica, presente en uno mismo, no es psicológicamente real. Las diferentes clases de sentimientos -p. ej., el placer o las otras emociones- indican un retoque de la implicación orgánica en la situación real, y esta implicación forma parte de la situación real. No existe una realidad indiferente, neutra. La convicción científica moderna, extendida por todas partes, según la cual la mayor parte, o incluso toda la realidad, es neutra, es señal de la inhibición del placer espontáneo, del deseo lúdico, de la rabia, de la indignación y del miedo (inhibición causada por el mismo condicionamiento social y sexual que crea la personalidad académica).
Personalmente, esto fue un cambio radical para mí, debido a que una y otra vez introyectaba la tan exaltada y valorada idea social de la objetividad, como si yo estuviera despojada o desvalida de impresiones de mis relaciones, de significados de mi historia y de mi vivencia actual, así como de mis anhelos futuros.
Otra dificultad fue comenzar a poner en práctica mis discursos, que, aunque innovadores y reveladores –en su momento y hasta ahora-, no los había terminado de asimilar. Me tomó años poder destejer y entretejer con la otredad, para reconocerme en y diferenciarme de los otros. Entonces mis experiencias ya no eran solamente mías; ahora puedo entender la mutua y constante influencia.
Fue esencial para mí, el desarrollo de mis actitudes fenomenológicas para reconocer lo que iba surgiendo momento a momento en la experiencia compartida con el entorno, y mis actitudes de empatía para aceptar, validar y dignificar las vivencias de los otros -sobre todo aquellas que me eran muy ajenas-.
Otras herramientas útiles fueron la flexibilidad, no solamente mía, sino de las que se caracterizan los métodos cualitativos; las actitudes críticas y reflexivas para observar el proceso y el contenido, mientras ocurre y se interviene; la capacidad para manejar la incertidumbre, las paradojas, los dilemas éticos, la ambigüedad y las dicotomías.
Para resumir la rica variedad de estrategias y técnicas del método cualitativo en conjunto con el enfoque Humanista-Gestalt, podemos decir que: a) Es una filosofía que está fundada en la descripción, reconstrucción, sensibilidad estética, y existencialismo[3]; b) Los métodos de generación de datos, son flexibles (soft), y sensibles, que responden al presente y al contexto social en que se producen por la interacción del campo organismo-entorno; c) El método de análisis y explicación, está cimentado en el enfoque Humanista-Gestalt (Vasilachis de Gialdino y cols., 2006).
CUANTITATIVO
- Mide.
- Utiliza estadística.
- Experimental. Busca probar hipótesis.
- Causa-efecto.
- Secuencial.
- Deductivo: General a particular.
- Objetivo.
- Probatorio.
- Generaliza.
- Replica.
CUALITATIVO
- Profundiza.
- No utiliza estadística.
- No busca probar hipótesis, sino generar conocimiento a partir del cual se pueden generar supuestos.
- Busca entender el fenómeno, en el aquí y ahora.
- No es secuencial.
- Inductivo: Particular a general.
- Subjetivo.
- Recurrente.
- Busca tendencias, contextualiza.
- Fenómenos únicos e irrepetibles.
Tabla 1.1. Muestra un resumen de características del enfoque cualitativo y cuantitativo.
Y, aunque estos paradigmas se sustentan en distintas procedencias, podemos encontrar puntos que conectan, que se tejen desde los bordes, en esta relación dialéctica que se tensa. Según Hernández Sampieri y cols. (2006), se pueden contemplar en el siguiente listado:
- Se observan y evalúan fenómenos.
- Se establecen supuestos o ideas.
- Demuestran el grado de fundamento de los supuestos o ideas.
- Se revisan los supuestos o ideas, sobre la base de las pruebas o del análisis.
- Se proponen nuevas observaciones y evaluaciones para esclarecer, modificar, fundamentar o generar otras ideas o supuestos.
Haciendo referencia a lo antes mencionado, puedo llegar a la conclusión y a la invitación, de que los siguientes puntos del enfoque cualitativo se aproximan a algunas características principales del enfoque Humanista-Gestalt:
- Es holística: La psicología humanística explica que el hombre es más que la suma de sus partes. Además de que el hombre es peculiar, no es estático ni concreto, sino un proceso que no está terminado ni determinado. Esta mirada ayuda al investigador a entender los escenarios y personas como totalidades, y no como simples variables (Muñoz Polit, 2012). La Terapia Gestalt lleva al holismo hasta su radicalidad, planteando que no somos seres independientes los unos de los otros, sino que además de estar unidos entre nosotros formando sistemas, somos creados y conformados en un campo, en una matriz relacional que nos da forma, nos crea, nos transforma; y a su vez, somos agentes activos dándonos forma, y transformando a otros y a la vida que vivimos (Vázquez Bandín, 2014). El campo como totalidad, tiende a completarse a sí mismo, a buscar el equilibrio más simple posible, en cada nivel (Perls, Hefferline & Goodman, 2006).
- Es flexible: Ya que no manipula y se desarrolla en contextos naturales. Su propósito es co-construir la realidad, tal como la observan los actores, en interacción con los investigadores; por lo que hay un desarrollo natural de los sucesos (Hernández Sampieri y cols. 2006).
- Es sensible: Aprehende la realidad del fenómeno a través de los sentidos. La cognición sensitiva puede ser una experiencia dolorosa y/o placentera, en la que se puede conocer la belleza entre el objeto y el sujeto. El investigador hace una evaluación sentida, que surge momento a momento, en la frontera de contacto; que le orienta y le da conocimiento del aquí y el ahora (Francesetti & cols., 2013).
- Es empática: El investigador intenta comprender a cada persona, con profunda atención y dentro de su propio marco de referencia (Rogers, 2011).
- Es fenomenológica: Pues el investigador debe reconocer su propia experiencia, la cual incluye creencias, juicios e interpretaciones del fenómeno. De este modo puede llegar a describir lo que observa, y posteriormente utilizar sus datos sensibles para la co-construcción de los sucesos (Carreón & Cerón, 2015). Lo anterior, implica poner atención en el Leib, que cobra suma relevancia, debido a que el ser-cuerpo, encarna la experiencia tal y como es vivida. La reflexión fenomenológica, se hace a partir del cuerpo y su subjetividad misma, en relación con los otros (Vázquez Bandín, 2014).
- Es incluyente: El investigador entre más perspectivas sobre un acontecimiento tenga, es más valiosa. Por esta razón, tampoco se pueden desechar los métodos cuantitativos, aunque no están exentos de ser reflexionados por quien investiga, para poder “masticar” sus miradas (Hernández Sampieri y cols. 2006).
- Es particular: No busca que sus estudios lleguen a replicarse, ni generalizarse. Busca hablar de la realidad única e irrepetible, para comprender las formas de formación, de los fenómenos (Hernández Sampieri y cols. 2006).
- Es co-creada: Los acontecimientos ocurren en el entre. No se ven causalidades, sino interconexiones de las influencias mutuas. No hay individualidades, si no se debe prestar atención en las situaciones. Hay un proceso organizador en el campo que crea personas únicas y singulares, representadas en la frontera de contacto con el entorno en cada momento presente (Carreón & Cerón, 2015). El contacto es tocar, tocando algo; por lo tanto, pertenece tanto al entorno como al organismo. Es a la vez pasivo y activo; es eminentemente creación (Vázquez Bandín, 2014).
El método fenomenológico, también propone opciones de investigación para nuestro trabajo, pues hace un análisis profundo de la persona, su subjetividad, experiencia y significación. Sus componentes básicos son: El espacio vivido (espacialidad), el tiempo vivido (temporalidad), el cuerpo vivido (Leib), y las relaciones vividas (relacionabilidad).
Con base a una lista que propone Rodríguez & cols. (1999) del método fenomenológico, hago una sugerencia[4], con la esperanza de que sea una base útil, en la recolección y análisis de los datos; debido a la enorme cantidad de información, característica de los estudios cualitativos. Pese a que aportan una enorme riqueza y profundidad de los fenómenos, también pueden ser procesos difíciles, para quienes tenemos poca experiencia en el empleo del análisis cualitativo.
- Intuición: Implica una lectura general del campo, para poder desarrollar distintos niveles de consciencia (incluido el awareness), de los contenidos y los procesos. Los datos sensibles, son informaciones poderosas, que se utilizan para el análisis de los datos, y que también están presentes durante la recolección de los datos (con la herramienta que sea pertinente utilizar).
- Análisis: El método dialéctico, nos permite la unión de los opuestos, habitar las paradojas. Así se pueden identificar y comprender, distintas estructuras de la experiencia, en sus grandes diferencias, pequeñas diferencias, grandes similitudes, y pequeñas similitudes.
- Descripción: Del fenómeno como va siendo captado, momento a momento, a través de los órganos de los sentidos. Durante las observaciones del campo, la recolección de los datos, y la relación participante-investigador.
- Observación: De los modos diversos en que pueda aparecer el fenómeno. Todas las perspectivas son válidas, en un primer momento. Entre más se observaban las interacciones del campo, más se puede enriquecer la investigación. A las perspectivas que aparecen por parte de los participantes, se les da un lugar dentro de la investigación, se dignifican y confirman su validez.
- Exploración de la consciencia: Es importante que el investigador reflexione sobre las relaciones o afinidades estructurales del fenómeno.
- Utilizar a favor de los participantes, las propias creencias: Desafiar las creencias, deconstruirlas y reconstruirlas para utilizar las impresiones cognitivas y datos sensibles en el análisis de los resultados. Durante la recolección ayuda acercarnos desde la observación de lo que ocurre, sin apresurarnos a etiquetar, enjuiciar o encasillar.
- Interpretación de los significados ocultos o encubiertos: La fenomenología y la hermenéutica, podemos interpretar el dinamismo del fenómeno, y de las relaciones que van surgiendo en el fenómeno –incluyéndonos como investigadores-.
Conclusiones
El diálogo sobre el papel de nuestra investigación, sólo es posible con la otredad. Y es justo, el encuentro de nuestras distintas miradas, las que puedan ofrecernos un camino, como punto de partida, y no como una imposición, para poder seguir avanzando y poner al servicio de quienes participan en nuestras investigaciones, una herramienta o intervención útil, que nos ayuden a reconectarnos –mutuamente- como humanidad.
Y así, como en este encuentro de las diferencias que se pueden dar, sucede que las metodologías cuantitativas y cualitativas, no son opuestas, sino que pueden llegar a complementarse y a enriquecerse entre ellas; y con esto, ayudarnos de otras disciplinas, y ayudar a otras disciplinas, para que surja nuestro potencial creativo en la búsqueda de conocimientos.
[1] Este estudio no será revisado en el artículo.
[2] Contra una realidad fragmentada e inamovible.
[3] Responsabilidad por la propia existencia, en el aquí y en el ahora, y la co-construcción de la relación organismo-entorno.
[4] Las particularidades que cada investigador requiera para su estudio, dependerán del método utilizado, la herramienta de recolección y de sus propias necesidades.
Bibliografía.
- Bautista, N. (2011). Proceso de la investigación cualitativa. Epistemología, metodología y aplicaciones. Manual Moderno.
- Carreón, A. y Cerón, J. (2015). La fenomenología aplicada la práctica gestáltica (documento de trabajo de Maestría en el IHPG).
- Francesetti, G., Gecele, M. & Roubal, J. (2013). Terapia Gestalt en la práctica clínica. De la psicopatología a la estética del contacto. Sociedad de Cultura Valle-Inclán: España.
- Hernández Sampieri, R., Fernández-Collado, C. & Baptista Lucio, P. (2006). Metodología de la investigación. McGraw Hill: México.
- Husserl, E. (1962). IDEAS relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica. Fondo de cultura económica: México.
- Muñoz Polit, M. (2012). Modelo Educativo vs. Modelo Médico. Figura Fondo 31.
- Muñoz Polit, M. (2015). Las fuentes del deterioro en el desarrollo humano (Los tres demonios del crecimiento). Figura Fondo 38.
- Perls, F., Hefferline, R., & Goodman, P. (2006). Terapia Gestalt: Excitación y crecimiento de la personalidad. Madrid: Sociedad de Cultura Valle-Inclán
- Quecedo, R. & Castaño, C. (2002). Introducción a la metodología de investigación cualitativa. Euskal Herriko Unibertsitatea: España. Revista Psicodidáctica, num. 14, pp. 5-39.
- Rogers, C. (2011). El proceso de convertirse en persona. Paidós Ibérica: España.
- Rodríguez Gómez, G., Gil Flores, J. & Jimenéz García, E. (1999). Metodología de la investigación cualitativa. Ediciones Aljibe: España.
- Sartre, J. (2007). El existencialismo es un humanismo. EDHASA: España.
- Silva Rodríguez, A. (2004). Metodología cuantitativa en psicología. Trillas: México.
- Vasilachis de Gialdino, I., Ameigeiras, A., Chernobilsky, L., Giménez Béliveau, V., Mallimaci, F., Mendizábal, N., Neiman, G., Quarante, G. & Soneira, A. (2006). Estrategias de investigación cualitativa. Editorial Gedisa: España.
- Vázquez Bandín, C. (2007). Buscando las palabras para decir: Reflexiones sobre la teoría y la práctica de la Terapia Gestalt. Madrid: Sociedad de Cultura Valle-Inclán.
- Vázquez Bandín, C. (2014). ¿Y tú cómo lo piensas? Teoría del Self para dummies, frikis y otros… Sin ti no puedo ser yo; pensando según la Terapia Gestalt. Madrid: Sociedad de Cultura Valle-Inclán. pp. 435-468.