Awareness y Emancipación
Terapia Gestalt y su participación en el Desarrollo Humano.
"Para realizar una Psicología de la liberación exige primero lograr una liberación de la Psicología". Martín Baró
La sociedad contemporánea.
La sociedad contemporánea se caracteriza por el individualismo y la interiorización de los valores neoliberales, además la ciencia, cada día se deshumanizan más enfocándose en los factores productivos y económicos, desatendiendo las necesidades sociales. Actualmente los problemas de salud mental van en aumento, la gente se siente desesperanzada, fatigada, desazonado. Las adicciones y las enfermedades mentales van en aumento como respuesta a las condiciones de sufrimiento que emergen de una sociedad excluyente, que genera altos estándares económicos y sociales.
La sociedad contemporánea ha aniquilado a la otredad; coexistimos en una sociedad del sometimiento. La demanda de éxito y poder son los argumentos de una vida plena. La demanda social afecta de manera significativa el ambiente comunitario. Actualmente no existe cabida para la paciencia y la alteridad, vivimos inmersos en la urgencia de la gratificación inmediata. A veces las personas están muy enfocadas en alcanzar los ideales capitalistas, que por los problemas que acontecen en su entorno. Nos han vendido la idea que la felicidad y el éxito dependen de uno mismo, y las personas se desarrollan en un entorno de aislamiento y ausencia que los lleva a experimentar una pérdida de sentido de solidaridad.
Las personas se han desarrollado en un ambiente que nos invita a dominio de los otros o al uso del poder. Incluso actualmente muchas personas buscan empoderarse, pero pocas personas están interesadas en aprender la solidaridad o la reciprocidad. Por eso, las personas se esfuerzan en demasía para lograr el éxito o respeto por parte del entorno. Esta visión de vida se ha permeado a todas las clases sociales, a través de las redes sociales.
Las personas quieren ir demasiado aprisa, tan rápido que no son capaces de disfrutar la presencia de otros. Nos hemos olvidado de la hermandad, porque hemos sido educados para ser competitivos, y no para coexistir en este mundo. Gracias a este mundo de ausencias hemos co-creado campos depresivos, ansiosos, adictivos, etcétera.
La experiencia de vacío que continuamente viven las personas, es la base sobre la cual se desarrollan las experiencias disfuncionales. La sociedad narcisista en la que vivimos nos hace ausentarnos y aislarnos paulatinamente, hasta perdernos a nosotros mismos. En el ambiente comunitario, las personas han olvidado la proximidad e intimidad, ambas experiencias se encuentran en peligro porque lo que se vive como intimidad a través de las relaciones establecidas en redes sociales se convierte en un aislamiento del entorno próximo. Las personas van perdiendo el misterio y la distancia que produce el deseo de cercanía. Existe una sobreexposición por parte de las personas, donde no tiene cabida la privacidad. Esta exposición provoca una pérdida de los procesos de alteridad: las personas caen en la categoría de lo inventariable, se han acostumbrado a cosificarse y ser cosificados en las relaciones interpersonales.
La soledad negada es una experiencia común que viven muchas personas, esto lo veo todos los días en los distintos niveles socioeconómicos. Las personas sufren en silencio porque no hay alguien disponible que reciba su dolor. Hemos creado un sistema educativo basado en la competitividad, pero sobre todo en la inmediatez, la violencia, la competencia y el individualismo. Este sistema condena a las mayorías desfavorecidas hacia la exclusión y discriminación. De acuerdo con esto, "Por ello, no tiene sentido intentar tratar un comportamiento psicológico fuera de su contexto sociocultural, biológico y físico." (Perls, Heferline, Goodman p. 11). Por eso, no podeos juzgar a los que excluyen, sin comprender el contexto en el que surge estas prácticas de opresión y marginación.
La sociedad contemporánea está desarrollando hartazgo por la vida, porque la mayoría de las personas estamos enfrascados en un constante proceso de autoexplotación. Lo anterior nos lleva a formar una sociedad del burnout (extenuación). Los padres de familia tienen que pasar largas jornadas fuera de casa para poder mantener a sus hijos; por su parte, los niños y jóvenes pasan mucho tiempo solos o conviviendo en la calle. Cuando logran encontrarse, ambos están tan cansados que dialogan muy poco. El cansancio va aniquilando la espontaneidad, y el interés por las necesidades relacionales y colectivas.
La sociedad neoliberal ha excluido a las personas que no cumplen los estándares impuestos por el sistema. Por ese motivo, la mayoría de las personas tienen un gran temor de diferenciarse del entorno, viven enajenados y con el miedo de ser excluidos, señaladas o vejados. La sociedad actual se caracteriza por la simulación, donde existe una gran brecha entre el perfil de Facebook de una persona y su experiencia emocional. Nos hemos construido como una sociedad que aniquila el dolor y lo sustituye por un falso entusiasmo. Cuando digo aniquilar el dolor, también todas las expresiones humanas que se caracterizan por el sufrimiento, incluyendo a las personas que viven en condiciones de exclusión.
En la actualidad la sociedad va erradicando las diferencias, se está imponiendo una homologación que anula la singularidad, dentro de los estándares de los grupos privilegiados. Esta falta de diferenciación también consiste en la aniquilación de los grupos desfavorecidos. La vida avanza rápidamente, sin tener una pausa para encontrarse con otros. Las personas actualmente sufren por la incapacidad de diferenciarse, por su parte, la falta de apoyo provoca un constante estado de crisis. La recurrente experiencia de malestar se va manifestando en ataques de pánico y experiencias depresivas e intentos suicidas.
La aniquilación de las experiencias afecta nuestra capacidad de responder a las demandas del entorno. En la sociedad actual nos aterroriza el dolor, hemos aprendido a validar la negación de las necesidades personales, relacionales y colectivas. Vivimos en una sociedad donde la verdad se encuentra velada por un conjunto de argumentos ilusorios. Parece más fácil negar la pobreza, la injusticia, la corrupción, la exclusión y la marginación.
La desigualdad y la falta de oportunidades, son aspectos que generan una gran incertidumbre en los entornos comunitarios marginales, trayendo consigo problemas de depresión, ansiedad, suicidio, adicciones, etc. Estamos construyendo una sociedad que da prioridad a la inmediatez y la masificación. El campo que estamos formando se enfoca en el placer inmediato, la exhibición, la apatía y la aniquilación emocional. El entorno familiar es un desierto con escasez de diálogo y argumentos, el interés por la experiencia del otro es prácticamente nulo.
De acuerdo a las reflexiones de Byung-Chul Han(2017), hemos pasado de la sociedad disciplinaria de Foucault a una sociedad del cansancio, donde hay una exigencia internalizada que valora el individualismo y la competencia como un estilo de vida constante. El sentido de enajenación produce una masificación que genera una autodisciplina para ser validado en el grupo; el castigo más significativo es la exclusión.
Actualmente millones de personas alrededor del mundo son víctimas de la discriminación y exclusión. Las condiciones de desigualdad participan en el proceso de reproducción social, que impide a las personas que son oprimidas emanciparse de las cadenas que les impone el sistema neoliberal.
De acuerdo con Byung-Chul (2017) las personas trabajamos excesivamente hasta el punto de llegar a una autoexplotación. Este proceso se vive como un ejercicio de libertad neoliberal. Sin embargo, es una imposición que se ha introyectado. De acuerdo con este autor, el explotador es al mismo tiempo explotado. Los adolescentes se ven profundamente afectados por esta tendencia social, porque además de estar siendo educados para introyectar esta idea normativa, están siendo educados por padres y maestros autoexplotados.
Las comunidades están sufriendo por la disminución en la calidad de vida, porque la sociedad va reduciendo al ser humano en un animal laborans. Cada día más personas están renunciando a sus necesidades para lograr un alto rendimiento que las haga destacar en la sociedad neoliberal. La mayoría de las personas se autoexplota y viven en una constante experiencia disfuncional, su malestar favorece la co-creación de campos patológicos donde prevalecen la angustia, anestesia e incertidumbre.
La gran desigualdad existen en los países de habla hispana es causada por la explotación que sufren las mayorías populares, la corrupción, la discriminación y la exclusión. De acuerdo con el sociólogo Boaventura de Souza Santos, "tenemos el derecho a ser iguales cuando las diferencias nos interiorizan y a ser distintos cuando la igualdad nos descaracteriza".
Es importante reflexionar sobre la acción de los intelectuales y la ciencia, parece que han abandonado a las mayorías populares para concentrarse en complacer a las agencias certificadoras, las aseguranzas, los sistemas de salud, el banco mundial, el fondo monetario, etc. La ciencia ha tenido un gran desarrollo a nivel técnico, pero en muchas ocasiones no corresponde a su capacidad para incidir en el desarrollo humano. La ciencia ha creado muchos problemas, aunque ha resuelto algunos, en muchas ocasiones ha favorecido la enajenación, el individualismo y la eficacia. La actualidad demandas razones urgentes para atender muchos problemas relacionados con el desarrollo humano, necesitamos un nuevo compromiso hacia la pobreza, la desigualdad, las enfermedades mentales, la violencia de género, los feminicidios, el crimen organizado, la contaminación, la discriminación, etc.
La globalización ha sido la imposición de una ideología neoliberal de los países más ricos sobre los países en vías de desarrollo. Las personas han introyectado de manera dogmáticas, haciendo parte de su vida las practicas, creencias y actitudes que legitiman los ideales capitalistas. La sociedad contemporánea necesita un toque de anarquía que produzca movimiento, sostener el caos puede provocar un nuevo nivel de conciencia para encontrar solidaridad a nivel interpersonal, comunitario y colectivo.
Ante las condiciones actuales del mundo, es necesario realizar un cambio de paradigma. Es importante darnos cuenta que conforme avanza la humanidad los problemas básicos siguen creciendo, porque hemos olvidado la empatía y la alteridad ante la presencia de los otros. La hermandad y el humanismo se han quedado como promesas de la modernidad. La ciencia nos ha fallado, porque ha sido comparsa de los sistemas opresores, los intelectuales se encuentran secuestrados por la política y la economía. Si vamos a cambiar el paradigma de la ciencia necesitamos regresar a las razones primarias de la humanidad, como son la fraternidad, igualdad, solidaridad y la paz.
La terapia Gestalt es un modelo que inicio con este cambio de paradigma en la ciencia, desde su origen contestatario y anarquista. Actualmente existe un fuerte movimiento para alinearse a las condiciones y demandas de los sistemas políticos y económicos, en lo personal considero que es un error asumir esta postura. Entrar en el juego de las terapias basadas en evidencias, es darle la espalda a los problemas de la humanidad y los orígenes emancipadores del modelo propuesto por Fritz Perls, Paul Goodman y Laura Perls.
El cambio de paradigma está plasmado en el libro que dio origen a la terapia Gestalt "El problema de la psicoterapia es movilizar el poder de ajuste creativo del paciente sin obligarle a meterse en el estereotipo de la concepción científica del terapeuta”. (p. 72). La terapia no se enfoca en adaptar a las personas a las expectativas del sistema social, sino en co-crear situaciones que apoyen el potencial creativo de las personas para vivir intensamente cada experiencia, recuperando su capacidad de relación y contacto con los demás.
La terapia Gestalt se cuestionó hace mucho tiempo preguntas de antropología filosófica que nos invitaba a reflexionar sobre el propósito de la mirada biomédica de la psicología. "Podemos ver la importancia de la pregunta antropológica: “¿Qué es el Hombre?”, si tenemos en cuenta que la psicología médica mantiene una doble y difícil fidelidad. Como rama de la medicina, su objetivo es la salud “puramente” biológica. Esto implica no solamente un funcionamiento sano y la ausencia de dolor, sino también los sentimientos y el placer. No solamente la sensación, sino también la agudeza de consciencia. No solamente la ausencia de parálisis, sino además la gracia y la fuerza. Si la psicoterapia pudiera conseguir este tipo de salud, su existencia estaría justificada, ya que se ocupa de la unidad psicosomática." (p. 106)
Anarquismo, Regulación Relacional y Desarrollo Humano.
El anarquismo es una filosofía que ha sido devaluada, por creer que significa caos o terrorismo. No obstante, el anarquismo es una postura ideológica que tuvo sus orígenes en Proudhon quien pensaba que era una ideal de la humanidad, donde se redujera el poder de las instituciones del estado o la autoridad impositiva, esto podría conducir a un nuevo paradigma para la humanidad. El fin de la ideología anárquica es el establecimiento de un sistema social en donde la conciencia pública y privada, estén conformadas por la ciencia y la ley, sean suficientes para mantener el origen y garantizar la equidad y libertad. Se busca construir una sociedad donde las instituciones punitivas se reduzcan al mínimo para dar paso al poder colectivo que respete las necesidades personales. Se busca suplir las instituciones gubernamentales por un patrón de vida casado en el bien común.
Proudhon creía que era necesario establecer un balance entre lo real y lo ideal, para establecer un punto que impulse la esperanza de la humanidad por la generación de nuevas condiciones de libertad. La invitación a explorar en la utopía, más que un peligro, lo considero el alimento de la esperanza para alcanzar lugares que parecen imposibles, pero que las mayorías populares anhelan.
La transformación social no se logran por medio de las luchas armadas, sino por la ampliación de conciencia que nos permita ver nuevos horizontes, crear sinergias que nos conduzcan a una revolución pacífica, aboliendo las prácticas de dominación, para dar paso a una nueva sociedad donde se fomente el desarrollo espontaneo, natural hacia la conformación de una sociedad que respete la individualidad, la necesidad de interdependencia y el bien colectivo.
Por su parte, Paul Goodman nos propone una mirada crítica a la sociedad norteamericana, definiéndola como una sociedad de consumo, siendo la obtención de objetos y logros económicos como el máximo para este tipo de sistema. Este autor nos invitó reflexionar sobre la dominación en temas como la sexualidad, la comunidad y la ruptura entre el desarrollo afectivo e intelectual.
Para Goodman la juventud era la fuerza impulsora para actualizar al sistema de enajenación que prevalecía en su época. Para esto, propone reformas las instituciones educativas e incluso llega a proponer su desaparición. La postura crítica de Goodman es un fuerte cuestionamiento al establishment académico e intelectual que predomina. Su propuesta al igual que la Proudhon acude a la utopía como una posibilidad ante el sistema capitalista que aplasta a todas las alternativas que no están dentro de su sistema de dominación. La postura radical ante las instituciones educativas, era porque considera mejor que desaparecieran las escuelas a que estén destinadas a formar individuos adoctrinados para la reproducción socia y la legitimación del sistema de opresión.
Tras analizar el contexto histórico y educativo en que se desarrolla su obra y tras trabajar uno de sus libros “La des-educación obligatoria” hemos podido extraer ciertas ideas que consideramos esenciales para enmarcar su pensamiento y comprender el hilo argumental del autor.
Paul Goodman critico fuertemente al sistema político y educativo, y expresó su apoyo a los jóvenes que, descontentos, desertaban de la escuela, los llamados “drop-out”. Consideraba que era necesario superar las cadenas de opresión impuestas por las escuelas, por eso, propone alternativas para que los jóvenes pueden ser educados por la comunidad y la sociedad. Para esto Goodman propone 6 alternativas a la educación obligatoria:
- defiende la abolición de la escuela para los primeros cursos de manera que las redes vecinales cumplan la función educativa.
- utilizar la ciudad como escuela puesto que considera más útil enseñar sobre la realidad a hacerlo sobre un “abstracto” plan de estudios (modelo de educación ateniense).
- utilizar adultos sin título.
- asistencia no obligatoria.
- descentralización de la escuela localizándola en los lugares propios de la vida social.
- enviar a los estudiantes a granjas con pocos recursos.
Paul Goodman creía en la libre expresión de los alumnos al contrario que lo que genera el sistema de educación obligatoria, proponía un nueva paradigma donde los estudiantes fueran capaces de cuestionar y expresar sus pensamientos, a diferencia del sistema escolarizado que demanda la homogeneidad de pensamientos y la imposibilidad de expresar crítica alguna.
La pedagogía crítica norteamericana estuvo impulsada por el pensamiento de Paul Goodman, cuestionando la utilidad de la asistencia obligatoria a la escuela. Realizó un gran esfuerzo por comprender la crisis educativa que enfrentaba la sociedad occidental. Trabajo por legitimar la educación desinstitucionalizada y su importancia para el desarrollo integral de las personas.
La lucha anarquista y utópica de Goodman nos brinda la posibilidad para construir una sociedad que pueda velar por las necesidades personales, relacionales y colectivas. Busca superar la complicidad entre intelectuales y políticos, crear nuevas formas que nos permitan superar a las instituciones que fomentan el control social. Defendió la equidad, criticando a la sociedad del al abundancia que no ofrece oportunidad a los sectores populares desfavorecidos. Considero que necesitamos regresar a la educación a través de la socialización, aprender de la realidad intersubjetiva en las que vivimos día a día. Los adultos debemos asumir la responsabilidad de la educación de los niños y jóvenes.
Por su parte, Ivan Ilich nos propone que un buen sistema educativo debería tener 3 objetivos:
- Proporcionar a todos aquellos que lo quieran el acceso a recursos disponibles en cualquier momento de sus vidas.
- Dotar a todos los que quieren compartir lo que saben, del poder de encontrar a quienes quieren aprender de ellos.
- Finalmente, dar todo aquel que quiera presentar al público un tema de debate, la oportunidad de dar a conocer su argumento. (Ilich 2006)
Creo que asumiendo las posturas de Proudhon, Goodman e Ilich es una invitación a reformular la sociedad contemporánea, responder a las razones urgentes y mantener una mirada crítica de las creencias y valores que fundamental la cultura del programa capitalista. Necesitamos que la psicología asuma una postura crítica ante un sistema que enferma a la sociedad, se requiere un contrapeso ante una sistema que fomenta la opresión y la exclusión social. Apoyar el dialogo intercultural para atender a problemas emergentes como el injusticia, la violencia, la discriminación y el ecocidio.
La Terapia Gestalt se fundamenta en la experiencia y su compresión, enfocándose en lo que sucede entre personas. El ajuste inclusivo es entendido, como un proceso creativo relacionado con su entorno, y que van construyendo, una manera de estar en el mundo. Por su parte, Goodman nos habla de la condición social del ser humano, el proceso de socialización y de aculturación, muchas de las actitudes neuróticas que se desarrollan son producto de un momento histórico en el que se desarrollan las personas.
Como escriben Hefferline, Perls y Goodman: “podemos hablar de un conflicto entre el individuo y la sociedad, y calificar algún comportamiento de “antisocial”.También es en este sentido en el que, con toda seguridad, deberíamos llamar “anti-individuales” a ciertas costumbres y a ciertas instituciones” (2002). Todo comportamiento tiene un origen contextual, es decir, somos producto de nuestra interacción social. Actualmente la sociedad neoliberal ha impulsado el individualismo y la indiferencia hacia los otros.
Desde su origen la terapia Gestalt está enfocada en crear nuevas formas creativas de responder a las demandas del entorno contextual. Laura Perls nos menciona lo siguiente “La Terapia Gestalt es un proceso anárquico en el sentido de que no sigue unas reglas o normas pre-establecidas. No pretende adaptar a la gente a ningún sistema, sino que intenta adaptar a la gente a su propio potencial creativo.” (p. 32)
Actualmente debemos considerar los problemas de injusticia social, inequidad, pobreza y falta de oportunidades para las mayorías populares. Por ese motivo, los profesionales deben asumir un compromiso hacia las personas que se encuentran más vulnerables en el contexto social. Las personas pueden participar en la construcción de la relación que va estableciendo las posibilidades en el entorno. La terapia Gestalt propone un trabajo comunitario que está encausado en la concepción real de la dimensión social de la persona. El método de la terapia Gestalt es contextual, por lo tanto, toda conducta es comprendida de acuerdo a las relaciones establecidas con el entorno. Actualmente el sistema social establece una serie de doctrinas y prácticas culturales que inhiben la espontaneidad y la creatividad de las personas.
El desarrollo humano requiere de las condiciones contextuales adecuadas para apoyar el bienestar y la satisfacción de necesidades. El campo social es fundamental para atender las necesidades relacionales y colectivas. En la intervención comunitaria buscamos que las personas sean capaces de lograr empatía, proximidad, reciprocidad, apoyo y diferenciación.
La teoría del self, nos brinda la oportunidad de comprender la experiencia humana como una co-creación Organismo/entorno. Es importante comprender como suceden los procesos de interacción para ir logrando una regulación relacional en el entorno comunitario. En ese sentido, la conciencia relacional nos permita aspirar a la posibilidad de lograr una sociedad con menos jerarquías opresoras, contrario a esto, alcanzar una interacción basada en las necesidades relacionales y posteriormente en una ética de la colectividad.
La terapia Gestalt busca atender a las necesidades genuinas emergentes de la situación contextual. Para esto, las personas necesitan un proceso de desconstrucción de las prácticas culturales y costumbres que determinan la posición social. La condición de ser social, promueve el desarrollo de una cultura solidaria capaz de trascender las prácticas alienantes de la sociedad capitalista.
La sociedad nos enfrenta a diversos problemas que están superando a los sistemas políticos. Por ejemplo, la migración y la delincuencia organizada está rebasando a casi todos los gobiernos a nivel mundial. Aunado a esto, podemos agregar la miseria que existe en el mundo, la corrupción, la destrucción del planeta y la violencia que prevalece a todos niveles. Los profesionales necesitan comprender que en un principio la comunidad los va a percibir como agentes extraños que provienen de un contexto social distinto. En un inicio es necesario aceptar las diferencias y reconocer el interés genuino por comprender las condiciones de la comunidad. Sin embargo, el profesional puede comprender las necesidades colectivas, porque forma parte de la sociedad en la que intenta incidir.
La terapia Gestalt busca atender a las funciones volitivas que se encuentran perdidas u obstaculizadas por las imposiciones del entorno. El trabajo comunitario Gestalt busca acercar a las personas a sus necesidades, deseos, para posteriormente ayudarlos a acercarse a las experiencias novedosas a nivel relacional. Cuando las personas identifican sus necesidades, los apoyamos para que destruyan las experiencias y sean capaces de tener un contacto pleno y logren asimilar las nuevas experiencias. Cuando las personas sean capaces de realizaras ajustes-creativos en la situación, es posible que comencemos a cambiar nuestra sociedad superando las fronteras fijadas por el individualismo.
Muchos modelos terapéuticos se olvidan de los aspectos contextuales, comunitarios y sociales en su intervención. Necesitamos tener presente que las experiencias disfuncionales emergen de un campo social. En terapia Gestalt comprendemos que las personas desarrollan una variedad de conductas que buscan adaptarse a las demandas del entorno. Las mayorías populares se encuentran marcadas por el sufrimiento y muchas de las problemáticas sociales emergentes son una respuesta desesperadas a la exclusión y opresión que viven día con día.
El facilitador tomará conciencia de su compromiso con el oprimido, para dar pase a un proceso de awareness que permita desarrollar nuevas posibilidades y permite el comienzo de un proceso permanente de liberación. La intervención comunitaria es una práctica de libertad, que busca superar el proceso de alienación y el individualismo que viven las personas dentro de sus comunidades. Confiamos que la solidaridad es la base para superar el sufrimiento y la desesperanza que abunda en la sociedad contemporánea.
Las personas hoy más que nunca, tienen la necesidad de relación, es decir, mantener relaciones basadas en la confianza y la intimidad con otras personas. Las necesidades relacionales insatisfechas son el origen de la mayoría de las patologías contemporáneas como las autolesiones, los ataques de pánico, las enfermedades psicosomáticas, etc. Si queremos que la Terapia Gestalt realice un aporte significativo en las mayorías populares, se requieren que los psicólogos nos cuestionemos nuestro bagaje teórico y práctico, asumiendo una postura sensible y responsable ante el sufrimiento, aspiraciones y luchas de nuestros grupos desfavorecidos.
Nuestra pretensión es que la terapia Gestalt salga a la comunidad, e implemente todo el poder humanista para contribuir a la liberación de nuestros pueblos, son solo como una tarea teórica que se mencione en los congresos de investigación, sino como una práctica militante y comprometida con un momento histórico. Como menciona Martín Baró para poder crear una psicología de la emancipación es necesario liberar a la psicología del sistema neoliberal en la que se encuentra cautiva.
Con respecto a esto Martín Baró nos dice lo siguiente:
“La psicología latinoamericana debe descentrar su atención de sí misma, despreocuparse de su status científico y social y proponerse un servicio eficaz a las necesidades de las mayorías populares. Son los problemas reales de los propios pueblos, no los problemas que preocupan otras latitudes, los que deben constituir el objeto primordial de su trabajo. Y, hoy por hoy, el problema más importante que confrontan las grandes mayorías latinoamericanas es su situación de miseria opresiva, su condición de dependencia marginante que les impone una existencia inhumana y les arrebata la capacidad para definir su vida” (Baró 2006)
Si queremos nombrarnos humanistas, necesitamos superar nuestra visión individualistas y elitista, para dar paso a un trabajo comunitarios que responda a las necesidades emergentes de una sociedad donde predomina la pobreza, la violencia y el sufrimiento. Nuestra invitación es por un humanismo humanitario, que pueda superar las condenas del clasismo, lograr un desarrollo humano integral en todas las personas de la sociedad independientemente de sus creencias, raza o clase social. Pero por el bien de todos, primero los pobres.
Intervención Comunitaria Gestalt
La psicología comunitaria busca promover la salud mental a nivel comunitario, como respuesta a las mayorías desfavorecidas que no han sido beneficiadas por las instituciones del estado o que no cuentan con los recursos para acceder a servicios privados. Partimos de la creencia que la sociedad requiere profesionales comprometidos en apoyar a los grupos vulnerables, para generar una nueva conciencia que permita que diluir las cadenas de la opresión y las exclusión. El trabajo de intervención comunitaria necesita enfocarse en encauzar el malestar y el sufrimiento hacia la co- creación de recursos creativos que permitan la movilización social hacia un mayor bienestar común.
El trabajo comunitario en Terapia Gestalt, es un elemento muy novedoso hasta el momento, aunque en el corazón del Enfoque existe una visión contestaría al sistema capitalista, la mayoría de los terapeutas contemporáneos se han enfocado en otros aspectos que permitan el crecimiento del movimiento, o han priorizado su desarrollo profesional. Contrario a estar perspectiva, considero que necesitamos trascender la indiferencia hacia el sufrimiento del otro, porque ni la libertad, ni la igualdad son suficiente para lograr bienestar en las condiciones actuales que se encuentran millones de personas en todo el mundo.
El bienestar depende primeramente de una conciencia inmediata de la situación contextual, es decir, las personas no solo necesitan dadivas del gobierno, sino darse cuenta, de las condiciones de opresión que han interiorizado, de sus deseos capitalistas que los mantienen endeudados con empresas voraces que los manipulan para lograr enriquecerse con base en sus deseos aspiracionales. El fomento al bienestar proviene del reparto equitativo de los recursos sociales, pero sobretodo de la capacidad reflexiva y creativa de las personas para desarrollar una nueva actitud que les permita emanciparse del sistema que los ha condenado a la opresión.
El bienestar emocional surge de una interacción compleja de factores personales, relacionales y colectivos. El cambio social, no es un asunto de héroes o caudillos, sino de una sinergia que permita desarrollar una nueva conciencia colectiva que responda a las necesidades contextuales, y no a los ideales capitalistas que han sido introyectados, y que poco a poco vamos creyendo que son nuestros. La terapia Gestalt tiene el compromiso de contribuir al Desarrollo Humano, promoviendo la sinergia de las distintas fuerzas presentes en el campo social. La intervención comunitaria con enfoque Gestalt buscará atender las necesidades personales, necesidades relacionales y las necesidades colectivas.
La intervención comunitaria con Enfoque Gestalt no solo se dirige a la modificación de creencias o percepciones, sino que busca profundizar en las experiencias contextuales de acuerdo al entorno social, cultural y económico. El acompañamiento terapéutico comunitario busca apoyar contactos interpersonales, basados en la compasión y hermandad. La alteridad es la base para garantizar un acompañamiento marcado por el respeto y la dignificación de las personas. Se busca co-crear un campo de inclusión que permita superar las tendencias individualistas y consumistas presentes en las comunidades de bajos recursos.
El Desarrollo Humano desde la mirada de la Terapia Gestalt consiste en apoyar la excitación creativa que poseen las personas para lograr una interdependencia que apoye la capacidad creativa para superar los obstáculos sociales que enfrentan. Fomentar una conciencia reflexiva (Consenses) para atender las necesidades personales como la salud, el autocuidado y las oportunidades de crecimiento profesional. El cumplimiento de las necesidades personales, nos permita profundizar en la compresión de las necesidades colectivas como servicios públicos, seguridad pública, garantía a los derechos humanos, la distribución equitativa de los recursos económicos.
La terapia Gestalt toma en cuenta las necesidades que son experimentadas de manera subjetiva, no obstante, existen dinámicas que inhiben la satisfacción de necesidades, esto se lleva a cabo por prácticas culturales impuestas por las estructuras de poder que son introyectadas por las mayorías populares. Por su parte, Laura Perls nos menciona lo siguiente “La Terapia Gestalt es un proceso anárquico en el sentido de que no sigue unas reglas o normas pre-establecidas. No pretende adaptar a la gente a ningún sistema, sino que intenta adaptar a la gente a su propio potencial creativo.” (p. 32). La intervención comunitaria se ocupa de promover alternativas creativas para modificar las prácticas culturales que se hayan instaurado como cánones socio-culturales que impiden el proceso de emancipación y desarrollo personal.
La terapia Gestalt comunitaria se concentra en la capacidad de interdependencia de las personas y en la creatividad para superar las actitudes alienantes que se viven en la sociedad contemporánea. Desde esta perspectiva, no tenemos una concentración exclusiva en los grupos de poder, sino en la compresión de las experiencias que tienen las personas en su proceso de asimilación de las prácticas sociales.
El Terapeuta Gestalt que trabajo en el ambiente comunitario se encarga de describir y experimentar en su interacción con los miembros de la comunidad. El trabajo inicia con el proceso de darse cuenta, para posteriormente apoyar el proceso de contacto con el material que permanecía en el fondo. Acceder a las experiencias que se encontraban alienadas, es fundamental para poner a disposición de las personas nuevos recursos creativos para superar sus deficiencias actuales.
El trabajo comunitario inicia con la conciencia de interdependencia, impulsando la sinergia que se encuentra perturbada por las prácticas alienantes favorecidas por el sistema neoliberal. El facilitador comunitario busca corregir el desequilibrio e inequidad presente en el entorno, para crear circunstancias que favorezcan la restauración de la esperanza y la confianza en la otredad.
El desarrollo comunitario sienta las bases de una conciencia colectiva, que respeta las diferencias individuales y promueve las relaciones interpersonales. En ocasiones los sistemas políticos han apabullado las necesidades personales por imponer una mirada colectivista, o bien, se han enfocado demasiado en el individualismo que han destruido la empatía hacia los otros. Por eso, el trabajo comunitario Gestalt, impulsa el sentido de comunidad, solidaridad y trascendencia.
Las personas necesitan desaprender algunas prácticas que las conducen a la exclusión, la pobreza y las enfermedades mentales. Existen actitudes que se encuentran arraigadas en la experiencia cotidiana, pero que avalan a los patrones de desigualdad. La visión de Desarrollo Humano que se busca promover desde la Terapia Gestalt es con base en la esperanza y la estimulación creativa. Pero estas experiencias no se pueden alcanzar de manera aislada, por el contrario, es necesario la presencia y la construcción de relaciones de apoyo. La salud mental no puede ser vista como la ausencia de enfermedades mentales, sino como la co-creación de un campo comunitario que promueva la satisfacción de necesidades relacionales como: el afecto, vinculación, respeto, confianza y apoyo.
El facilitador comunitario se encargará se reforzar y aumentar las funciones de soporte en cada uno de los miembros participantes, así como de apoyar al colectivo. Cuando se brinda un apoyo adecuado, la intencionalidad de contacto se convierte en una figura que permite acceder a las necesidades experimentadas en el contexto presente, superando las idealizaciones consumistas. Constantemente el terapeuta podrá percatarse del continuo conflicto entre las necesidades y los deseos que han sido impuestos a nivel cultural. El terapeuta trabajará con la tensión entre la conocido y lo espontaneo, habrá experiencias incompatibles en la situación terapéutica, por eso, es importante sostener la experiencia para que puedan figurar las necesidades genuinas.
El facilitador comunitario debe comprender que en un principio los miembros de la comunidad se pueden mostrar resistentes a la intervención, debido al choque cultural o la lucha por mantener sus hábitos relacionales. La exclusión es una experiencia que provoca una percepción de desconfianza de las personas hacia el entorno, la discriminación e inadecuación son actitudes ante las que se han enfrentado los miembros de las comunidades vulnerables. La falta de recursos y apoyo, afectan el nivel educativo y cultural del contexto social. Por eso, es necesario que el facilitador se ajuste al lenguaje y costumbres de la comunidad en la que interviene.
Adaptarse a la comunidad y aceptar a las personas tal como se presentan en el momento actual. El terapeuta necesita validar el esfuerzo que representa asumir el riesgo de participar en un programa o talles que intenta promover un cambio en su vida. Con respecto a esto Laura Perls nos menciona lo siguiente “El hecho de que me centre en lo que hay y no en lo que no hay o lo que debería haber suele proporcionarle al paciente soporte suficiente como para acudir a la siguiente sesión esto no significa necesariamente que se sienta más motivado a “recibir terapia”, sino que está dispuesto a llevar hacia adelante el contacto establecido con el terapeuta.” (p. 114). La aceptación y el respeto a las diferencias es la base para construir un campo colaborativo para fomentar la atención y cuidado que aumente el bienestar público y privado de las personas pertenecientes a la comunidad.
El desarrollo humano consiste en el fomento al bienestar integral de los miembros de una comunidad, atendiendo a los derechos humanos, libertad ideológica, seguridad social, salud integral, oportunidades económicas y sociales. El desarrollo de las capacidades individuales debe contribuir al desarrollo de las condiciones colectivas, por medio del apoyo colaborativo. El objetivo de la intervención comunitaria busca brindar el soporte necesario para que las personas puedan conseguir una actitud más integrada que responda a las necesidades emergentes. El trabajo comunitario es una proceso largo, que requiere compromiso, paciencia y fe en las capacidades de las personas, se exploraran nuevas formas de comportamiento que ayuden a co-crear posibilidades que le permitan superar sus restricciones sociales.
El desarrollo humano necesita promover el desarrollo de nuevas oportunidades sociales, que faciliten la participación de los diversos actores sociales, las instituciones gubernamentales y organismos de la sociedad civil. Además de alentar el desarrollo económico como palanca para promover la movilización en los diversos ámbitos de la vida de las personas. Para esto, el facilitador necesita mostrarse como una persona que también vive deficiencias, y no como una redentor ajeno al contexto comunitario o la realidad colectiva. Si queremos ayudar al desarrollo humano necesitamos mostrar a las personas que somos seres reales, que sufren y que necesitan solidarizarse para mejorar la sociedad. El facilitador asumirá una actitud de actor social afectado, que cuenta con el valor suficiente para exponerse a mostrarse genuino y solidario ante el sufrimiento propio y ajeno. La dinámica es promover la conciencia que nada del ambiente comunitario nos puede resultar ajeno.
Debemos tener presente que el neoliberalismo nos ha vendido la idea del individualismo como la raíz de la felicidad. No obstante, nuestra propuesta se enfoca en la conexión entre el bienestar persona, relacional y colectivo. Fomentando una interacción basada en la justicia y la inclusión, que fomente el bienestar y desarrollo en cada uno de los miembros de la comunidad. Es importante tener presente que el desarrollo humano, no se logra a través de actividades que promuevan únicamente el desarrollo personal, sino que se requiere favorecer la ampliación de conciencia y de nuevas actitudes que permitan la emancipación y la justicia social.
El trabajo de intervención comunitaria con enfoque Gestalt, se concentra en las fijaciones que existen ahora mismo, en la situación presente. Atendiendo a las actitudes que se encuentran automatizadas y conformar el habitus social de los miembros de la comunidad. Las reacciones automáticas ha sido útiles para ajustarse al entorno, no obstante, se han convertido en un obstáculo para atender a las necesidades personales, relacionales y colectivas. El facilitador promueve la conciencia reflexiva sobre ¿Qué estoy haciendo?¿Cómo me siento con lo que hago?,¿De qué manera me ayuda?,¿Cómo me apoyo de los demás?¿Que quiero hacer en este momento?¿Cuales son mis posibilidades?, etc.
El terapeuta necesita mostrar su humanidad para promover un verdadero cambio de conciencia en la comunidad. Con respecto a esto Laura Perls nos dice lo siguiente” Los terapeutas de la Gestalt no emplean técnicas; se aplican a ellos mismos la situación utilizando todas las habilidades profesionales y experiencia de la vida que hayan acumulado y asimilado. Existe el mismo número de estilos que terapeutas y clientes. El terapeuta y el cliente se descubren mutuamente y cada uno se descubre a sí mismo y juntos inventan su relación.” (p. 133). Humanizar el acompañamiento terapéutico creando una intervención horizontal que legitime la equidad a nivel relacional. La comunidad solidaria, tiene como base el trabajo colaborativo, despertando una nueva conciencia de interdependencia, que nos permita superar la conciencia individualistas del autoapoyo.
El soporte es la base para crear un campo de confianza que ofrece el terapeuta al mantener una continua disposición hacia las necesidades relacionales y colectivas del grupo. El terapeuta necesita aprender a identificar las reacciones automáticas de las personas, para invitarlos a reflexionar sobre las asignaciones dogmáticas que provienen del régimen neoliberal. La psicología comunitaria necesita asumir un compromiso social hacia las mayorías desfavorecidas. El terapeuta garantizará la presencia de las condiciones mínimas que legitimen la equidad y justicia en el contexto terapéutico.
Para impulsar el desarrollo humano en los grupos excluidos, los actores sociales necesitan disponer sus recursos para brindar el soporte ante las necesidades de los otros. Es decir, dependiendo de la habilidad y de la oportunidad, es importante crear condiciones que fomenten la equidad a nivel contextual. Existen personas que son excluidas o marginadas debido a sus condiciones económicas, culturales, de clase, género o las capacidades físicas. La opresión y la discriminación limitan la confianza de las personas, por lo tanto, el terapeuta necesita validar e incluir a las personas que han sido marginadas por los grupos más favorecidos de la sociedad.
La intervención comunitaria Gestalt mantiene varias líneas de trabajo para desarrollar las capacidades de los miembros de la comunidad. Atender a las necesidades personales, relacionales y colectivas requiere las siguientes acciones:
- Confirmar e incluir a las personas en la relación terapéutica.
- Experimentar la capacidad de elegir en el ambiente terapéutico.
- Impulsar el potencial creativo para atender las necesidades personales.
- Co-crear una horizonte de esperanza, para superar la desesperanza impuesta por el sistema de exclusión.
- Promover la legitimación al acceso a la salud y la calidad de vida.
- Comprometerse con el apoyo y la interdependencia para construir nuevas posibilidades.
- Identificar y evitar relaciones abusivas
- Experimentar relaciones con intimidad y confianza.
- Asumir compromiso con las necesidades colectivas.
- Evitar relaciones opresoras dentro de la comunidad
- Fomentar la diferenciación y la aceptación de las necesidades personales.
- Re-significar el sufrimiento, para lograr la trascendencia y el sentido de vida.
Bibliografía.
✓ Buber, M. (1923/2005). Yo y Tú. Caparrós. Madrid
✓ Paul Goodman (1971) Problemas de la juventud en la sociedad organizada. Ediciones península. Barcelona.
✓ Perls, F., Hefferline, R. y Goodman, P. (1951. 2002) Terapia Gestalt: Activación y crecimiento de la personalidad humana». Ferrol, Sociedad de Cultura Valle Inclán. Colección "Los libros del CTP". Madrid.
✓ Wheeler, G. (2005). Vergüenza y Soledad: el legado del individualismo. Cuatro Vientos. Santiago de Chile.