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La sincronicidad vista desde la teoría de campo

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La sincronicidad vista desde la teoría de campo

Los tres campos

04 Junio 2013
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Por Sinesio Madrona. Tomando como base la teoría gestáltica de las polaridades y el punto cero creativo, construyo reflexiones teóricas ancladas en lo existencial, y desarrollo una interpretación de la realidad en tres niveles de campo engarzados entre sí: primer nivel, el campo organísmico formado por la dualidad mente-cuerpo; segundo, el campo organismo-entorno formado por la dualidad organismo y entorno, y tercero el metacampo formado por la dualidad o polaridad constituida entre la unidad organismo-entorno y el macroentorno. El desarrollo de toda esta teoría es un intento de traducir a términos gestálticos el fenómeno de la sincronicidad estudiado por Jung.

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<h3>Saludos</h3> <div>Enviado por&nbsp;<a href="http://gestaltnet.net/author/sandrof">Efrain Sandro Flores Bonifacio</a></div> <div>Me parece un artículo brillante por lo fundamentado y por que tiene algo que a mí me gusta mucho en otros téoricos de la Gestalt: "traducir" en lenguaje gestáltico hechos que pueden convertirse en apoyos operativos para la terapia.&nbsp;<br /> Ideas sueltas:&nbsp;<br /> - Me parece que el Campo organismo-ambiente sigue siendo el punto cero de los polos "Campo organísmico" y "Metacampo".&nbsp;<br /> - Si el campo organismo -ambiente cubre "el todo" (tanto del polo organísmico-con toda la historia de experiencias individuales- como del polo ambiental - que incluye lo histórico y cultural) ¿es necesario postular el metacampo?&nbsp;<br /> - Lo anterior lo menciono porque si bien vivimos dentro de una unidad en la que "chocamos" o interactuamos con TODO, no todo nos afecta de la misma manera ni es significativo para la vida de las personas,ejemplo: si un hijo necesita de su padre y lo extraña, la figura será su padre y todo lo que ello implica, lo demás ( y podemos analizar el campo desde la polución ambiental hasta niveles cuánticos) no es de interés de la persona aunque exista, al menos como foco de atención, el mismo que sabemos puede ser migrado hacia otra necesidad en otro momento.&nbsp;<br /> Como menciono, son ideas sueltas de un curioso, me gustaría tu comentario, saludos desde un rinconcito de Lima.&nbsp;<br /> Efraín</div>

<p>Hola Efrain</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Gracias por tu interés y tu contacto, no sé cuanto hace que tu contribución está colgada en gestalnet. No suelo visitar la página a menudo y últimamente he estado muy absorbido por asuntos personales.</p> <p>***</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;El tema que planteas es complejo y no he terminado de elaborarlo con este artículo (Voy a publicar en breve, espero, un anexo al mismo en gestaltnet). Pero una respuesta rápida al mismo, sin prejuicio de abundar posteriormente en el asunto, sería que en el Universo existe la polaridad entre el Todo y el Uno. En el extremo de ese Todo se da la experiencia, por ejemplo, de unidad confusa, florida y zumbadora como dice James (<em>Principios de psicología</em>) o de campo sin costuras como apunta Latner (<em>This is the Speed of Light: Field and Systems Theories in Gestalt Therapy</em>). En el extremo del Uno por el contrario la experiencia es de una soledad y exclusividad radicales, la individualidad, tan alabada hace unas décadas (el autodesarrollo de todas las potencialidades) y tan denostada en la actualidad.</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Tal parece, no obstante, que para desarrollar la conciencia tenemos que partir, partimos de hecho, de la más absoluta individualidad. El nacimiento y crecimiento de la conciencia personal pasa por la separación de la madre y del medio, del entorno (esa es, para mí, la razón última de la competitividad: el autodescubrimiento), para tener conciencia de sí mismo como ser único y exclusivo, base de la conciencia personal. En la medida en que desarrollamos la conciencia personal podemos evolucionar hacia la conciencia de campo (campo organismo-entono) en la que somos Uno con el Todo.</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Pero no podemos existir en esa conciencia de campo si no estamos fuertemente anclados en la conciencia personal, en la conciencia individual, pues entonces lo que hacemos es regresar en mayor o menor medida (personal y grupalmente) hacia el estado <em>prepersonal</em>, como dice Wilber (<em>El espectro de la conciencia</em>); es decir, confusional confluente, dependiente... Si consideramos, pues, la conciencia personal en exclusiva tenemos en cuenta el campo organísmico, si consideramos la ‘conciencia universal’ del Todo tendremos que entenderla como ‘metacampo’. La unidad de ambos extremos, como bien dices, se produce por lo tanto en el campo organismo-entorno (aunque esa unidad no sería posible sin una individualidad fuerte que sea capaz de no ser absorbida por ese campo, por el entorno).</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;No creo, por lo tanto, que sea ocioso considerar esas dos estructuras (campo organísmico y metacampo) como parte diferenciable del campo organismo-entorno, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos gestaltistas, remisos a cualquier manifestación que no esté en la inmediatez del campo organismo-entorno, rechazan cualquier visión que no responda a ese marco (la de Jung en concreto, a más de la freudiana, transpersonal y otras), así como rechazan la visión individualista californiana. Por otra parte hay un concepto: el <em>self</em> como <em>pauta</em> de Keeney, que me parece que es importante para considerar el lugar de la terapia gestalt en el Universo, no sólo en el ‘universo psicológico’, sino verdaderamente en toda la realidad: física, química, psicológica, social, etc..., pues no somos diferentes de estas realidades en el fondo que nos une en el Todo, salvo por la mayor conciencia que tenemos de ello, pero los mecanismos básicos que nos unen son los mismos. Con mi propuesta intento, pues, establecer un marco común para las visiones californiana y neoyorkina, a más de integrar visiones de otras psicologías en la misma.</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Este artículo es además, de esta manera, una forma de exponer que se puede entender tanto la individualidad como la sincronicidad (y otros enfoques de la psicología si a eso vamos) desde el paradigma de campo de la teoría gestalt del PHG. Y eso es algo en lo que estoy. Creo que en base a la teoría de campo, que es una parte fundamental de la teorías de las ciencias de la complejidad, se puede crear un nuevo paradigma en la Psicología que sea único (como la Física, la Química o la Medicina...) y no una serie de doctrinas enfrentadas unas con otras como ahora ocurre. Si hay algo que, para mí, nos define como no científicos es esa dispersión, esa falta de unidad, y no el hecho de que no seamos predictivos a la manera conductista, supuestamente ‘científica’.</p> <p>***</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Respecto al ejemplo que pones de un hijo que añora a su padre te contestaré que estoy de acuerdo contigo, la mayor parte del tiempo la actuación de un entorno más amplio no es figura para el individuo (el niño de tu ejemplo) o el grupo. La mayor parte del tiempo podemos servirnos del campo organismo-entorno, tal como está definido en el PHG, y de la figura-fondo relativa a él para comprenderlo y manejarlo. Eso es lo correcto habitualmente. Estar pensando en los ‘dioses’ en todo momento no es de recibo, no son figura... Pero en ocasiones, es verdad que los ‘dioses’ nos hablan; es decir, en los momentos en los que sucesos singulares llaman nuestra atención hacia un entorno más amplio que el que se considera habitualmente en la práctica de la terapia gestalt (al menos la que yo he visto hacer). Al fin y al cabo en la definición de sincronicidad entra el concepto de ‘... coincidencia llena de significado.’; es decir, momentos en los que esa coincidencia resalta por sí sola, nos sorprende, nos emociona, nos perturba... se hace figura y nos impacta. Obviamente en la mayor parte de nuestra vida no prestamos atención a la sincronicidad, no es figura, se comporta entonces, si aceptamos mi propuesta, como los órganos de un cuerpo: funcionan ‘sincrónicamente’ sin que les prestemos atención sin que sean figura para nosotros, sólo se convierten en figura cuando algo nos duele..., o cuando de una u otra manera nos llaman la atención o se le prestamos voluntariamente. Con lo que sucede en el metacampo ocurre igual, sólo será figura en algunos momentos.</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Por otra parte con mi concepto del metacampo intento llamar la atención a ese entorno más amplio de una manera diferente de la hecha hasta ahora (más allá, o más acá según se mire, de visiones religiosas, transpersonales o junguianas...). Quiero ser ‘científico’ en esto. Si nos circunscribimos a la inmediatez del campo organismo-entorno y a una visión restringida de lo que es ese entorno, hay muchas cosas de ese entorno que nos perderemos, cosas que en un momento dado pueden ser claves para entender nuestra situación en un marco más amplio, en un entorno que nos habla cuando sentimos la conexión con ese Todo, o establecemos el <em>self</em> con ese Todo.</p> <p>***</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;En la redacción original del artículo (más de 30 páginas) había este párrafo:</p> <p>“El tratamiento que voy a dar al tema aquí es eminentemente teórico, pero he descubierto recientemente un relato novelado escrito en un estilo muy desenfadado, de un proceso de remartenización de una mujer, en el que se tratan los sucesos sincronísticos con la misma naturalidad que cualquier otra situación fenomenológica del curso de la terapia. Fenómenos sincronísticos que, en algún caso, te llegan a poner los pelos de punta. Se trata de: <em>Atenea o la niña que perdió el ombligo</em> de Itsaso Colina (1995). Añado esto para que los lectores comprueben, si lo desean, que es posible integrar la psicología junguiana y la gestáltica no sólo en la teoría sino también en la práctica terapéutica, sin&nbsp; que por ello tiemblen los cimientos de la gestalt.”</p> <p>&nbsp; &nbsp; &nbsp;Es muy difícil conseguir este libro (Ed. Madre Tierra), a mí me lo prestaron. En él se muestra cómo sucesos, que en una terapia ‘normal’, basada en una visión restrictiva de lo que es campo organismo-entorno, se pasarían por alto, son claves para el desarrollo y la comprensión profunda del proceso a unos niveles que no descubriría un tratamiento gestáltico limitado. El libro es absolutamente fascinante.</p> <p>&nbsp;</p> <p>Un saludo cordial</p>

<p>Estoy leyendo lo que me has escrito y me agrada ver la fundamentación que realizas, quizás diferente a la mía, pero muy coherente, eso es bueno y pedagógico, y desde ya me genera una&nbsp;admiración.</p> <p>Como buen gestáltico que eres, espero que sepas valorar la diferencia de opiniones, creo en un espacio de reconocimiento personal más allá de tales diferencias.</p> <p>Empezando el diálogo te mencionaré algo que siempre menciono, en Gestalt, así como en la psicología en su conjunto hace falta una precisión respecto al concepto de “Conciencia” ¿a qué te refieres cuando hablas de conciencia?</p> <p>El “darse cuenta” como fenómeno que ocurre en la psicoterapia es una “iluminación” personal&nbsp; y de los demás, respecto al funcionamiento del self propio&nbsp; EN el campo&nbsp; concreto que es la vida de la persona y del self de los demás y está bien. Pero cuando hablamos de conciencia en psicología nos encontramos con un tema más amplio (¡¡obviamente!!)</p> <ul> <li>Conciencia en sentido marxista, como “verdadero o falso conocimiento” de la realidad</li> <li>Conciencia en sentido neurológico como vigilia, lo opuesto al estado de sueño</li> <li>Conciencia en sentido psicológico ,como reconocimiento de sí mismo y de los demás (Gestalt,Psicoanálisis, Humanismo,etc)</li> <li>Conciencia de la realidad en sentido psicoevolutivo como “construcción de lo real “ a nivel mental en el sentido que le daba Jean Piaget a la construcción progresiva del conocimiento en el niño acerca del mundo que lo rodea y que en el adulto llega hasta los niveles de concepción científica de la realidad.</li> <li>Otros conceptos de “conciencia”</li> </ul> <p>¿me entiendes a lo que voy? Todos hablamos de conciencia pero no especificamos a cuál sentido nos referimos y si existe una integración de lo anterior, ¿cuál sería la naturaleza de la misma?</p> <p>No sé, no estoy seguro y no creo que podamos decir “primero” es la conciencia personal, individual y “después” es la de Campo,diría que son procesos simultáneos porque en cuanto al ser humano no existe nada significativo que esté más allá de lo social; lo individual ,se define también a partir del contacto con los demás , es como el “contacto-retirada” en Gestalt&nbsp; ¿cuál es primero? es una pregunta no muy productiva que digamos . La “conciencia universal” es un concepto del que desconfío porque ese “Kosmos” griego que ve junto a la “materia-cuerpo-mente-alma y espíritu” comete el error de considerar las relaciones humanas bajo la misma luz y las mismas leyes con la que se desenvuelve otros niveles de realidad y es el origen de la confusión a la que nos quiere llevar las psicología idealistas de corte new age: del mismo modo que funciona,por ejemplo, el mundo cuántico, nos quieren&nbsp;hacer creer que asi funciona también el mundo de la psicología humana y eso es incorrecto. Más ejemplos:&nbsp; el amor u odio humanos son diferentes al movimiento molecular, las relaciones humanas no funcionan como funciona la naturaleza, son otras leyes, si bien resalto y destaco la vocación de totalidad&nbsp;de&nbsp;Wilber, que mencionas y otros quieren darnos y que es inducida por la ciencia moderna, pero hay que respetar espacios de la realidad que tienen diferentes modos de funcionamiento, lo cual es diferente a decir que no tienen relación, por supuesto que la tienen y sí creo que hay un funcionamiento como un todo, falta trabajar eso aunque el materialismo dialéctico (que uso como guía de conocimiento) intenta dar algunas líneas directrices,por ejemplo, con la idea de la “contradicción” como motor de desarrollo de la realidad en sus diferentes ámbitos, incluido el social.</p> <p>Avancemos, amigo.</p> <p>Creo, como te lo mencioné en el comentario&nbsp;anterior, que la unidad del Campo organismo/entorno lo dice “todo”, otra cosa es que algunos gestaltistas, como bien lo apuntas, sólo consideran lo inmediato como dato básico para hacer su trabajo y se muestran renuentes a cualquier cosa que vaya más allá de “eso inmediato”, sin embargo, tengo que decirte que el problema es cómo conciben ese Campo.</p> <p>Considero que el Campo es un todo pero que en su manifestación individual (el sujeto) ya está sintetizado el mismo, ¿acaso no somos portadores de nuestra historia individual, de nuestra cultura, de los códigos morales que nos enseñaron, de las costumbres de nuestros ancestros, del estrés de la vida moderna, de la ideología que nos gobierna aún sin saberlo&nbsp; y demás? Acaso no portamos nuestras relaciones con el mundo y con los demás, la misma que se actualiza cuando se activa el proceso llamado self? Un ejemplo medio loco pero ilustrativo al fin: si nos pusieran a ti y a mí en el planeta Marte ¿actuaríamos como marcianos? ¿O lo haríamos tú con tu bagaje de español y yo con el de peruano? Claro que habría un terreno desconocido, un interesante terreno desconocido que explorar, que sería el cómo se desenvolvería nuestro contacto con esos “equipajes de campo” incorporados y el contacto, como bien lo sabes, no es algo que podamos predecir con exactitud a priori….y eso es ¡¡hermoso!!</p> <p>&nbsp;Claro que me parece como bien lo indicas, que podemos perder cosas valiosas en nuestra percepción de la realidad si no hacemos la conexión con lo que tú llamas el “Meta campo” y que yo llamo “Campo” a secas , pero creo que ya en ésta se encuentra incluido todo lo que mencionas porque todo puede afectarnos pero no todo nos afecta con la misma intensidad y de la misma manera y hay influencias que no nos importan tanto aunque&nbsp; estén allí (la caída de las Torres gemelas en USA me afecta a pesar de la distancia geográfica y temporal pero no creo que influya decisivamente en la relación con mi hija,por ejemplo)</p> <p>Lo de la “sincronización” me preocupa un poco porque ve relaciones en donde no podemos saber si existen&nbsp; o no, vamos a suponer que existen (nadie lo sabe, las ideas de Físicos como Pauli o de psicólogos como Jung son aproximaciones teóricas, valiosas por creativas sin embargo no hay evidencia empírica al respecto), insisto, vamos a suponer que existen ¿y cuál sería su efecto de crecimiento en el individuo? ¿de qué modo hallar una sincronicidad en nuestra vida “ejercita” el self o expande fronteras personales? Y si existen ,no debería preocuparnos,porque su origen es externo,y lo que más me preocupa es que al perseguir esas coincidencias, dejamos de atender los problemas de “este mundo” que sí atañen directamente nuestras vidas, la maravilla que es la vida tiene su propia epifanía en problemas como el desempleo, el estrés, la paternidad, el amor,etc. (si leiste mi artículo sobre la crítica a la psicología&nbsp;transpersonal, recordarás un principio “ ser hiper-personal antes que trans-personal”)</p> <p>&nbsp;Sé que aunque no estés de acuerdo conmigo, me entiendes.</p> <p>Asi como el enfoque de la sincronicidad tiene a la frase “Congruo est occultus compages subter supter animadverto”(“la coincidencia es la arquitectura oculta de la realidad”), creo que la “arquitectura oculta” del ser humano es visible, a excepción del último elemento:&nbsp; la información social, el contacto y el tiempo .</p> <p>Espero, querido Sinesio, que estas diferencias de opinión la valores como tales, leerte me ilustra demasiado, y hablando metafóricamente haberte conocido es lo único que me tienta a creer en la sincronicidad, un abrazo, desde un rinconcito de Lima.</p> <p>Efrain<br /> &nbsp;</p>

<p><span style="line-height:1.6em">He </span>visto<span style="line-height:1.6em"> en la gestalt </span>tantos<span style="line-height:1.6em"> </span>racionalistas<span style="line-height:1.6em"> y tan </span>acérrimos<span style="line-height:1.6em"> </span>como<span style="line-height:1.6em"> los </span>que<span style="line-height:1.6em"> he </span>visto<span style="line-height:1.6em"> en </span>unos<span style="line-height:1.6em"> </span>cursos<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> </span>hice<span style="line-height:1.6em"> en la </span>facultad<span style="line-height:1.6em"> de </span>filosofía<span style="line-height:1.6em">. Los </span>extremos<span style="line-height:1.6em"> se </span>tocan<span style="line-height:1.6em"> </span>es<span style="line-height:1.6em"> </span>una<span style="line-height:1.6em"> </span>verdad<span style="line-height:1.6em">, </span>pero<span style="line-height:1.6em"> </span>una<span style="line-height:1.6em"> </span>verdad<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> </span>te<span style="line-height:1.6em"> </span>sorprende<span style="line-height:1.6em"> –al </span>menos<span style="line-height:1.6em"> a </span>mí<span style="line-height:1.6em"> me lo </span>sigue<span style="line-height:1.6em"> </span>haciendo<span style="line-height:1.6em"> a </span>pesar<span style="line-height:1.6em"> de lo </span>mucho<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> la he </span>visto<span style="line-height:1.6em"> y he </span>vivido–<span style="line-height:1.6em"> </span>cada<span style="line-height:1.6em"> </span>vez<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> la </span>ves<span style="line-height:1.6em">. </span>Curiosamente<span style="line-height:1.6em"> la </span>adscripción<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> </span>muchos<span style="line-height:1.6em"> </span>gestaltistas<span style="line-height:1.6em"> </span>tienen<span style="line-height:1.6em"> a los </span>datos<span style="line-height:1.6em"> </span>inmediatos<span style="line-height:1.6em"> de los </span>sentidos<span style="line-height:1.6em"> les </span>impide<span style="line-height:1.6em"> </span>ir<span style="line-height:1.6em"> </span>más<span style="line-height:1.6em"> </span>allá<span style="line-height:1.6em"> y </span>ver<span style="line-height:1.6em"> </span>qué<span style="line-height:1.6em"> </span>otros<span style="line-height:1.6em"> </span>datos<span style="line-height:1.6em"> nos </span>pueden<span style="line-height:1.6em"> </span>proporcionar<span style="line-height:1.6em"> los </span>sentidos<span style="line-height:1.6em"> </span>cuando<span style="line-height:1.6em"> los </span>integramos<span style="line-height:1.6em"> con la </span>mente<span style="line-height:1.6em"> y </span>percibimos<span style="line-height:1.6em"> </span>entonces<span style="line-height:1.6em"> la </span>realidad<span style="line-height:1.6em"> </span>desde<span style="line-height:1.6em"> la </span>unidad<span style="line-height:1.6em"> </span>lograda<span style="line-height:1.6em">, </span>una<span style="line-height:1.6em"> </span>unidad<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> le dice a los </span>sentidos<span style="line-height:1.6em"> y los </span>experimenta<span style="line-height:1.6em"> </span>desde<span style="line-height:1.6em"> </span>una<span style="line-height:1.6em"> gestalt </span>nueva<span style="line-height:1.6em"> </span>más<span style="line-height:1.6em"> </span>integradora<span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> antes no </span>existía<span style="line-height:1.6em">. </span>Entonces<span style="line-height:1.6em"> el </span>racionalismo<span style="line-height:1.6em"> se </span>convierte<span style="line-height:1.6em"> en ell@s en </span>una<span style="line-height:1.6em"> </span><em style="line-height:1.6em">sombra</em><span style="line-height:1.6em"> </span>que<span style="line-height:1.6em"> exportan a todo su alrededor. Yo era en mi formación, </span>como<span style="line-height:1.6em"> racionalista </span>que<span style="line-height:1.6em"> soy y defiendo ser (aunque no sólo eso), el chivo expiatorio de esa </span><em style="line-height:1.6em">sombra</em><span style="line-height:1.6em"> y much@s de mis compañer@s, curiosamente l@s más mentales y verbales (más que yo mismo), proyectaban sobre mí el rechazo a su propio racionalismo, que tenían que suprimir </span><strong style="line-height:1.6em">porque era la doctrina de la escuela</strong><span style="line-height:1.6em">.</span></p> <p>Sin embargo y a pesar de mi racionalismo ‘creo’ en todas esas cosas supersticiosas y oscurantistas que denuncias en tu otro artículo de “...crítica a la psicología transpersonal” simplemente porque las he estudiado y sé de qué hablo más allá de lo popular e insustancial del tema. Para mí es como si rechazáramos la psicología por las mismas razones supersticiosas y oscurantistas en base a un test de las revistas del corazón por toda información acerca de lo que es la psicología. Lo único que demuestran los test adecuados para rechazar un conocimiento es lo que quieren demostrar: la credulidad humana tanto de los entrevistados como del entrevistador. No soy como esos premios Nóbel que describe&nbsp;Feyerabend&nbsp;en sus&nbsp;“Diálogos sobre el método”&nbsp;(Ed. Cátedra) que denuncian una cosa (la astrología en concreto) sin haberla estudiado, sin comprender el fondo desde el que se ha desarrollado ese saber, fondo que ahora recién están descubriendo las ciencias de la complejidad, aunque aún les queda mucho camino por andar.</p> <p>***</p> <p>No es mi intención ofenderte si te digo que desde mi paradigma cuestiones como la naturaleza de la conciencia son irrelevantes como no era la tuya hacerlo cuando te has puesto a darme lecciones sobre lo que es la conciencia. Estas cuestiones cuando están fuera de lugar&nbsp; se consideran una distracción y una manera de quebrantar el discurso de la otra persona cuando está inmersa en él.., pero estamos hablando desde paradigmas muy diferentes, inconmensurables entre sí y, por lo tanto, susceptibles de ofender al otro cuando lo que nosotros creemos incuestionable al otro le parece insustancial, vacío y motivo de distracción. Esta manera de romper el diálogo la he visto hacer mucho en filosofía. Para mí es una argumentación fatua, tan querida por el paradigma racionalista en el que vivimos que&nbsp; pocos pueden/podemos entender qué es lo que estoy hablando. No digo que esas cuestiones no sean relevantes para un determinado discurso y momento del proceso de conocimiento y del diálogo, pero no lo son en este caso. No al menos para mí.</p> <p>***</p> <p>De todas formas y ya con buena voluntad te informo de que, si quieres saber lo que opino sobre la conciencia, puedes leer: “El dualismo en psicología transpersonal”, lo he inserto en la web de gestaltnet en gran medida para responderte a ti. Al menos te tengo que agradecer que me estimules a hacer este tipo de declaraciones y definiciones de lo que soy y en lo que me ocupo. En otro artículo de esta web: “Procesos de autoorganización en la conciencia y crecimiento humanos” muestro que sí es posible concebirnos dentro de un todo con el Universo y regirnos con sus mimas leyes básicas, sólo hay que saber cómo hacerlo y para ello es fundamental el punto de vista de los antiguos que tú desconsideras en tu respuesta (para cualquiera que tenga un mínimo conocimiento de esos saberes antiguos es obvio el origen último de la estructura matemático-geométrica que describo en mi artículo). Los&nbsp;antiguos&nbsp;y sus saberes&nbsp;podrían estar ‘equivocados’ en la forma, en el lenguaje y en la manera de exponer sus creencias y sus fes, pero no en la experiencia profunda que se encuentra tras ellas (tema éste de la experiencia tan querido en gestalt) y que nos lleva a otro tipo de las mismas si abrimos nuestra mente y nuestro cuerpo a esas experiencias que no puedes aceptar ni entender según tu discurso.</p>

<p>Entiendo tu respuesta, Sinesio, no ha sido mi intención ofender ni tampoco&nbsp;entablar un juego "yo tengo razón-tú estás equivocado", nada de eso.&nbsp;Simplemente exponer. o mejor dicho contrastar mis puntos de vista con tus argumentos, es obvio que&nbsp;hay partes en las que&nbsp;no estamos de acuerdo, pero si mi exposición te&nbsp;ha parecido en algún punto&nbsp;demasiado "enérgica" o algo por ahí, te pido disculpas, me interesa estar en contacto&nbsp;con tus escritos y tus opiniones. Aprendo mucho de lo que escribes, estar en desacuerdo es otra cosa. Claro que tomo tu&nbsp;sugerencia de leer más acerca de lo que has escrito sobre el tema de la conciencia, gracias por&nbsp;prestar atención&nbsp;a mis comentarios, me honra tratándose de alguien que escribe con tanta erudición como lo haces, un abrazo.</p>

<p>Hola Efraín</p> <p>También te pido disculpas por haber sido demasiado agresivo en mi respuesta. No me gusta polemizar, de hecho soy muy sensible al clima que se genera y lo evito siempre que puedo.</p> <p>Yo también soy muy racional, como ya he dicho en algún lugar; pero siempre he estado abierto a otros saberes y otras experiencias. Ahora mi propósito es trabajar en la unidad a todos los niveles en los que me pueda consagrar, teóricos y vivenciales; aunque el predominio en mí de lo racional me dirija siempre, al final, a las consecuencias racionales y teóricas de todo lo que experimento. Algún día hablaré sobre esto largo y tendido.</p> <p>En esa línea trabajo en:</p> <p>“Procesos de autoorganización en la conciencia...” donde pongo sobre la mesa una teoría que va más allá de todo lo que se ha escrito en Psicología porque saca al ser humano de su autocentramiento y lo pone al mismo nivel que el resto del Universo, de la realidad.</p> <p>“El dualismo en psicología transpersonal” es una reflexión acerca del fenómeno de la dualidad en la forma en que el ser humano se percibe a sí mismo y que refrenda el artículo anterior en el tema de que somos parte del Universo</p> <p>La dualidad, la unidad y sus mecanismos, la expongo en varios artículos de gestaltnet: (Polaridades I, II y III; y “Lo racional y lo experiencial”) y en otros que están en <a href="http://unidad-opuestos.blogspot.com/">http://unidad-opuestos.blogspot.com</a> y hablo de ella también en los dos que hay en gestaltnet sobre sincronicidad.</p> <p>Mi intención con los artículos sobre sincronicidad no es tanto avalar el fenómeno como estructurar una teoría que integres las distintas posturas en gestalt e incluso integre otras de diversas psicologías.&nbsp; Y en cuanto al tema de las prioridades digo esto en la nota 6 del “Anexo I” de “La sincronicidad...”:</p> <blockquote> <p>“El orden en el que aparecen a continuación los campos es convencional y didáctico, una visión lineal del proceso.&nbsp;Si nos fijáramos en el desarrollo del ser humano desde la cuna el primero sería el campo organismo-entorno y si nos centráramos en la generación de la vida en la gestación el primero a considerar sería el metacampo, pero esto sería objeto de otro artículo. En una visión circular del proceso no hay un primero y un después, todo es simultáneo y cíclico. Lo que hay que tener en cuenta, entonces, es que estamos hablando de un mismo y único campo global, aunque lo analicemos desde tres ángulos. Lo lineal y lo circular se suman para dar una curva espiral que los integra.”</p> </blockquote> <p>Por último te copio una líneas de un trabajo sobre la Espiral Evolutiva (la espiral de “Procesos de autoorganización...”) que tengo pendiente de colocar en mi blog, para responder a algo que dices en tu artículo sobre psicología transpersonal:</p> <blockquote> <p><em>“La teoría que les propongo, además de ser rigurosamente matemática y geométrica, ‘refleja’, desde la misma esencia formal que construye y constituye, la experiencia mística al ir más allá del esquema newtoniano-cartesiano y convertirse en símbolo; símbolo o mandala [me refiero a la fig. 5 de “Procesos de autoorganización...”] susceptible de crear, a través de la meditación y contemplación, un estado que trascienda el limitante marco racional. [...] Pero el reflejo –especular–, aunque copia exacta, es una copia invertida. Asimismo el reflejo racional de la experiencia mística es esta misma experiencia, pero ‘invertida’. Es decir, en la medida en la que la experiencia mística es asimilable (en un pensamiento dual) al hemisferio derecho del cerebro, el ‘reflejo’ que de la misma tenga el hemisferio izquierdo tiene que ser ‘igual, pero invertido’ (igual, pero racional).”</em></p> </blockquote> <p>En fin no es un&nbsp; tema fácil de explicar (pero sí creo –al contrario de los místicos– que se puede explicar, otra cosa es que la otra persona nos comprenda si no ha tenido esa experiencia, porque incluso la experiencia sexual de cada uno de nosotros, a pesar de que todos la hemos experimentado, tampoco se puede ‘comunicar’ al otro en su esencia personal genuina por mucho que hablemos de ella). Así, aunque yo tengo algunas pocas experiencias vitales y somáticas sorprendentes no tengo capacidad para generarlas en otros (en cursos y esas cosas), pero sí para reflexionar sobre ellas y sacar consecuencias teóricas, que lógicamente trascienden todo marco racional tal como ahora se concibe&nbsp; por la mayoría. De ahí y de mi convicción ya desde joven de la unidad de los opuestos (“Lo racional y lo experiencial”) surge mi intenso deseo y certidumbre de poder explicar lo que para muchos es inexplicable.</p> <p>En eso estoy</p> <p>Un abrazo cordial</p> <p>Sinesio</p>

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