Curso de Posgrado: La Angustia.
El abordaje del curso se realizará mediante pequeños encuadres teóricos de los diferentes temas, y trabajos grupales en los que se abordarán estos encuadres. El estilo de vida asociado a las sociedades avanzadas modernas genera una angustia centrada en el tener. El alejamiento de la Naturaleza y el apego a lo material hacen que tengamos “mucho que perder” y, como decía Erich Fromm, nos transforman en seres que tenemos en lugar de percibirnos como seres que somos.
Por otra parte, las demandas del entorno exceden a menudo nuestra capacidad de respuesta, y nuestro sistema nervioso ha de activarse en exceso, en un intento continuado de adecuarse a un ambiente demasiado exigente, a costa del propio equilibrio. Este es un encuadre general para un fenómeno individual que ha adquirido tintes de epidemia: en año 2013, la sanidad catalana prescribió más de 6,1 millones de antidepresivos, siete de ansiolíticos y casi 2,5 millones de hipnóticos y sedantes. Estas cifras evidencian la necesidad urgente de afrontar el problema desde dentro, encontrando la forma de responder individualmente de un modo consciente y realmente adaptado a la situación.
Para comprender en profundidad fenómenos como la ansiedad y la angustia patológicos, es importante determinar sus causas y entender la función que pueden tener sus síntomas clínicos (entendemos el síntoma como una defensa contra la angustia). Una lectura gestáltica, apoyada por los conocimientos y sutiles aproximaciones procedentes del mundo del psicoanálisis, nos permite una mejor aproximación.
La comprensión del síntoma desde esta doble perspectiva nos faculta para realizar un abordaje que, sin renunciar a la práctica del darse cuenta, se pueda hacer cargo del malestar asociado (en ataques de ansiedad, estados
depresivos, TOC, fobias, trastornos de la alimentación, etcétera). La ansiedad y la angustia son señales de alarma, signos que apuntan a un malmanejo de la propia vida relacionados con problemas con los límites y la dependencia. En este sentido, son señales que invitan al desarrollo del auto-apoyo y de una mayor autonomía del yo.